Cuenta el martirologio que San Roque fue un peregrino que se desplazó a Roma desde la ciudad gala de Montpellier a finales del sigo XIII, recorrió toda Italia y dedicó su vida a curar a los infectados de la peste. Aunque las fuentes son confusas y la rumorología popular engaña en no pocas veces, como tantos otros santos Roque habría muerto en extrañas circunstancias, posiblemente privado de libertad en una prisión mientras caía sobre él una acusación de espionaje. Consagrada su vida a Dios y abanderado de la fe, nunca quiso revelar quién era.

Protector ante la peste y ante toda clase de epidemias, su intervención era solicitada antaño por los habitantes de muchos pueblos y, ante la desaparición de la enfermedad, reconocían su intervención. Es lo que ocurrió en el municipio de Dos Torres, en Los Pedroches, que este viernes renovó sus votos con el peregrino en una jornada que, como manda la tradición, volvieron a protagonizar los niños, creadores de las larguísimas alfombras de sal de color que guían la procesión desde la parroquia de la Asunción hasta su ermita.

Así que, como cada 16 de agosto, las calles del municipio se convirtieron en lienzos improvisados sobre los que los más jóvenes mostraron sus dotes artísticas. Cuatro horas de trabajo que comenzaron a las 08:00 y en las que cientos de vecinos de la localidad repartieron 5.000 kilos de sal coloreada que compusieron cuadros con mensajes sociales que están latentes en el panorama actual, sin mezclar la política y con contenido solidario.

Una alfombra de récord

Fueron un total de 45 las obras que adornaron el paso de San Roque desde la plaza de la Villa hasta la ermita del patrón, un trayecto con casi un kilómetro de longitud, como recordó el alcalde, Manuel Torres (PP). No han faltado en esta ocasión referencias al aniversario de la consagración al Corazón de Jesús, con un gran mural que llenó el centro de la plaza de la Villa; una reproducción de la monumental torre de la iglesia; la llegada del hombre a la Luna, El Principito y variopintos motivos infantiles. Pero, sobre todo, mensajes que animan a la solidaridad. 

A las 20:00, en una tarde tórrida, comenzó el recorrido del santo sobre el manto de colores que cubría el callejero. Como mandan los cánones plásticos, el San Roque usía desfila vestido de peregrino con bordón, sombrero y capa, muestra una herida en una pierna y sale acompañado de su fiel perro Rouna.

La elaboración de estas alfombras es una práctica cuyos inicios se remonta a hace algo más de un cuarto de siglo, cuando un grupo de jóvenes quisieron rendirle homenaje a San Roque y realizaron una alfombra de serrín a lo largo de su procesión para que así resaltase más la imagen. Hace aproximadamente 20 años, esta tradición llevó al municipio de Los Pedroches a figurar en el libro Guinnes de los récords, al confeccionarse la alfombra más larga, con una longitud de un kilómetro. Y desde entonces esta gesta se ha repetido.

Las fiestas dedicadas al patrón suponen un empuje para la localidad, que durante unos días duplica su población al recibir la visita de vecinos de otros municipios y de aquellos que vuelven a su localidad natal para disfrutar de estos días conmemorativos.

La programación finaliza hoy

Los actos programados para este viernes comenzaron a las 11:30 con una misa en honor a San Roque. Una hora más tarde tuvo lugar un encierro de reses bravas que se alargó hasta las 14:30. Al finalizar la procesión de San Roque, alrededor de las 21:00, la banda municipal ofició su tradicional concierto en honor al patrón.

Este sábado se pondrá el punto y final a estas fiestas que comenzaron el martes. A mediodía tendrá lugar el último encierro de vacas bravas. El Ayuntamiento organizará además una fiesta dedicada a los jóvenes que durante el día anterior participaron en la confección de las alfombras; será a partir de las 13:00. Desde las 20:00, se realizará una yincana en la que se soltarán vaquillas y los participantes podrán demostrar sus habilidades. Una cena de gala y, a medianoche, un espectáculo de fuegos artificiales despedirán las fiestas.