Sexta ola

Las empresas de transporte de viajeros de Córdoba cifran en un millón de euros las pérdidas por el covid

  • La ocupación en los autobuses discrecionales no supera el 50% en las dos últimas semanas

  • El sector cuenta con un millar de empleados en la provincia

Viajeros en la estación de autobuses de Córdoba.

Viajeros en la estación de autobuses de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

Aunque no hay restricciones y se puede viajar a cualquier punto de la provincia de Córdoba, los autobuses hacen sus recorridos con la mitad de su aforo en las últimas semanas. La razón no es otra que la elevada tasa de contagios de esta sexta ola -la tasa provincial es ya de 1.662 casos por cada 100.000 habitantes y ningún municipio está libre de covid-, lo que está provocando que cada vez se coja menos el autobús y, por tanto, las pérdidas vayan también a más.

No en vano, la Agrupación Empresarial de Transportes Discrecionales y Regulares de Viajeros de Córdoba (ATC) ha mostrado su preocupación por las consecuencias de esta sexta ola del coronavirus en la actividad que desarrollan y su repercusión sobre el empleo que generan. Tanto, que han cifrado en un millón de euros las pérdidas acumuladas. Su vicepresidente, Antonio Nadales, ha recordado que el sector arrastra una difícil situación desde hace más de un año, justo desde que comenzó la crisis sanitaria por el coronavirus.

Desde entonces, han pasado por el confinamiento y las restricciones de movilidad, que les llevó a tener que parar por obligación sus vehículos. A medida que esas limitaciones se fueron relajando, consiguieron remontar las cuentas, pero tras la irrupción de esta sexta ola con la variante ómicron, la situación ha empeorado.  

Sobre todo, en las dos últimas semanas, ya que "en octubre y noviembre hubo un repunte", ha anotado. Y es que, según ha expuesto Nadales, desde el puente de comienzos de diciembre se están cancelando un importante número de reservas y "ha habido un bajón". Según sus cálculos, aproximadamente el 70% de los servicios discrecionales previstos, junto a la evidente reducción de la actividad generada por esta situación de excepcionalidad.

En lo que se refiere al transporte regular, se vuelve a notar un descenso en los viajeros que es difícil cuantificar, aunque ATC estima que se está volviendo a los datos del pasado invierno, cuando el sector se vio más afectado. Las nuevas circunstancias provocadas por la sexta ola ha traído de nuevo el temor a espacios cerrados y en estos momentos la ocupación no llega al 50% de lo previsto.

Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación? Pues, según ha expuesto Nadales, se debe al miedo al contagio y prefiere estar al aire libre. Los viajeros, ha anotado, "no saben la persona que tienen al lado". Como ejemplo, ha indicado que las terrazas de Córdoba "están llenas, mientras que dentro de las cafeterías no hay nadie". No obstante, los autobuses cuentan con purificadores de aire y cumplen con todas las medidas establecidas para evitar que se registren contagios durante cualquier servicio.

Al temor de que el compañero de asiento se baje la mascarilla o sea positivo sin haberse hecho antes el test de antígenos, se suma el hecho de que "la gente de los pueblos no viene a Córdoba a hacer las compras de Navidad", a diferencia de otros años, ha explicado. Y todo, por la incidencia del SARS-CoV-2, que no ha dejado de anotar cifras de récord en las últimas semanas en la provincia de Córdoba. 

A pesar de este descenso en el número de viajeros -Nadales ha reconocido que algunos autobuses van solos-, las líneas "siguen funcionando". La razón no es otra que el hecho de que estas empresas prestan un servicio público, es decir, que tienen que seguir prestando su trabajo a pesar de que no haya ningún pasajero.  

El vicepresidente de la Agrupación Empresarial de Transportes Discrecionales y Regulares de Viajeros de Córdoba también ha alertado de que si la incidencia sigue creciendo, algunas compañías del sector de la provincia no tendrán más remedio que cerrar por no poder hacer frente a los gatos. Según sus cálculos, el sector da trabajo alrededor de 1.000 personas en la provincia.

También ha recordado que el sector del transporte de viajeros es uno de lo más afectados por la pandemia y  ha anotado que "es el que menos ayudas ha recibido". Es más, ha lamentado que hasta la fecha no han recibido todas las ayudas solicitadas. 

A pesar de todo ello, Nadales ha mostrado su confianza en que "en enero, como dicen, los contagios paren" y, con ello, el miedo a viajar en autobús de un punto a otro de la provincia también desaparezca.

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