YA lo advirtió hace unos meses: "En Izquierda Unida ya hemos dejado claro que no vamos a parar hasta que esté en marcha el tren de Cercanías entre Palma del Río y Villa del Río. Soy capaz de llegar hasta donde haga falta. Tengo el apoyo ciudadano para realizar cualquier medida de presión, con tal de que en Madrid se enteren de la necesidad de movilidad sostenible que nos garantice un futuro como pueblo y como comarca". Dicho y hecho. Tras meses de escritos, llamadas y reuniones a múltiples niveles, la alcaldesa de Almodóvar del Río, María Sierra Luque (IU), se liará el lunes la manta a la cabeza para liderar una marcha reivindicativa a pie desde Villa del Río a Palma del Río para visualizar el descontento ciudadano por el retraso en la puesta en marcha del servicio ferroviario.
Desde que hace más de un año el Ayuntamiento cuco devolviera a la actualidad una solicitud que suma dos décadas, ha sido la regidora, tozuda en sus intenciones, el auténtico motor de una reivindicación que empieza a contemplarse como una carrera de fondo. Y ahora más que nunca, pues la protesta para que el Cercanías sea una realidad adquirirá esta semana tintes gimnásticos, con caminatas que superarán las dos decenas de kilómetros diarios hasta completar cuatro etapas, en una especie de juego de la oca que llevará a la alcaldesa cuca de estación en estación.
El pasado jueves por la mañana, durante la presentación de esta iniciativa, el portavoz de IU en la Diputación y exalcalde de El Carpio, Francisco Ángel Sánchez, calificaba de "tomadura de pelo" hacia los ciudadanos la gestión que el Ministerio de Fomento está haciendo de esta infraestructura, sin concretar fechas ni plazos. Hace unos días, era la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio (PSOE), quien se reunía con la titular de Fomento, Ana Pastor, para abordar el asunto, en un encuentro donde pareció olvidarse que el proyecto del Cercanías no es único de la capital de la provincia, sino un recurso que demandan los vecinos de Este a Oeste.
Será el Campus universitario de Rabanales uno de los puntos intermedios de esta marcha de cuatro días. La comitiva, que conformará una veintena de personas, pernoctará en el polideportivo del complejo, donde aprovechará para acercar su reivindicación a los estudiantes, que pueden convertirse en principales beneficiarios del Cercanías. Al día siguiente, la marcha atravesará Córdoba capital y llegará a la barriada de Los Mochos, ya en Almodóvar del Río, punto a partir del cual la organización confía en que la marcha se convierta en masiva. Será, desde luego, el momento idóneo para testar el nivel de implicación de los vecinos en esta reivindicación: esta instantánea puede ser decisiva para que el servicio ferroviario del Valle del Guadalquivir se convierta en una realidad a corto plazo, como consiguieron las masivas protestas que los vecinos de la comarca del Valle de Los Pedroches protagonizaron hasta lograr que la estación del AVE de Villanueva de Córdoba empezara a funcionar.
Quizás sea éste, precisamente, el gran lastre que hasta el momento ha congelado esta reivindicación: han sido los políticos quienes han liderado desde los despachos la protesta. En los próximos días, el descontento se verá por primera vez a pie de calle, viajará de estación en estación. Y será de nuevo la alcaldesa de Almodóvar del Río quien, hastiada de los cauces oficiales, se vista de camiseta para echarse, literalmente, a la vía del tren. Argumenta que su término municipal está ocupado por infraestructuras ferroviarias sin que los vecinos tengan la posibilidad de disfrutar del servicio, que las malas comunicaciones están frenando el desarrollo de toda la comarca, que los jóvenes tienen menos posibilidades de prosperar. Los próximos días serán decisivos si los vecinos consiguen materializar su descontento ante la falta de resultados que han tenido hasta el momento las gestiones políticas. Fuerza.
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