La Diablilla se escapa y vuelve a hacer de las suyas en Montoro: entre tirones de pelo y mucha fiesta
Alto Guadalquivir
Estrenando indumentaria, el diablo vuelve a descender de la torre de San Bartolomé para aterrorizar a los vecinos
Las mejores imágenes de la fiesta de la Diablilla en Montoro: sustos, diversión y un espectacular tobogán gigante
El diablo anda suelto este fin de semana por Montoro y deben ser los vecinos, con ayuda de San Bartolomé, quienes vuelvan a recluirlo como cada año. La plaza de España es un hervidero en el que la multitud espera a que lleguen las 12:00 y repiquen las campanas para que la Diablilla sea liberada y comience a hacer de las suyas entre los pequeños y mayores, que esperan con ganas el inicio de sus fiestas patronales.
El 23 y el 24 de agosto Montoro tiene una cita con su historia y tradiciones. Las fiestas patronales acogen una de las costumbres más arraigadas en este municipio de la provincia de Córdoba, como es la suelta de la Diablilla. Este personaje se convierte en protagonista durante la víspera de la jornada en la que se celebra la onomástica de San Bartolomé.
La Diablilla aparece el día 23 de agosto a las 12:00 después del repicar de las campanas, tras descolgarse de la torre de San Bartolomé. Este personaje recorre las calles de Montoro durante todo el día, persiguiendo a todo aquel (sobre todo los más pequeños) que no lleve al cuello una medalla del santo, bendecida previamente esa misma mañana. De esta forma se escenifica la lucha entre el bien y el mal, tal y como marca la leyenda. Esta figura terrorífica campa a sus anchas por el pueblo entre hinchables, juegos acuáticos y demás actividades destinadas al disfrute de todo el municipio, con epicentro en la plaza de España.
"Es nuestra raíz"
"Es mucho más que una fiesta: es nuestra raíz. La celebración de San Bartolomé une devoción religiosa, tradición popular y convivencia vecinal. Representa el reencuentro con lo que somos, un legado que nos diferencia y que seguimos compartiendo con quienes nos visitan. Además, el hecho de que La Diablilla forme parte de esta historia hace que Montoro sea especialmente reconocido en toda la provincia por esta tradición tan singular", subraya la alcaldesa montoreña, Lola Amo.
Y recuerda que desde el año 1996 el municipio representa esta tradición de manera continuada. "Sin embargo, mucho antes ya formaba parte de nuestra memoria colectiva y de la tradición oral: cada 23 de agosto, cuando repicaban las campanas, las familias decían a sus hijos que esa brisa ligera que inundaba el pueblo era señal de que la Diablilla ya se encontraba suelta. De este modo, incluso antes de su representación pública, la tradición nunca se perdió, pasando de generación en generación", explica.
De hecho, como rememora la primera edil, el origen se remonta a 1240, cuando Fernando III El Santo recuperó Montoro de manos musulmanas un 24 de agosto, día en que la Iglesia celebra la festividad de San Bartolomé. "Por ello, fue proclamado patrón de nuestro pueblo, y desde entonces su figura ha estado ligada a la historia y la devoción de los montoreños", dice.
En torno a este patronazgo surgió también la tradición de La Diablilla. Como recoge Santiago Cano en su obra Las leyendas de Montoro, San Bartolomé es representado en la parroquia con un demonio vencido a sus pies. "Sin embargo, aquí la memoria popular transformó esa figura en una diablilla femenina, traviesa y asustaniños, que cada 23 de agosto se escapa para recorrer las calles. La creencia popular asegura que solo respeta a quienes llevan la medalla de San Bartolomé, lo que ha hecho que generaciones enteras la usen como protección. Esa mezcla de historia, fe y leyenda convierte a Montoro en un lugar único", dice Amo.
Como novedad para este año, la indumentaria de la Diablilla ha sido renovada, otorgando así un punto de actualización a una tradición histórica que no se detiene en la lucha por mantener viva y actualizada esta costumbre ancestral del municipio del Alto Guadalquivir.
Todo un fin de semana de actividades
Alrededor de esta tradición religiosa se realizan todo un conjunto de actividades que dan vida a las fiestas patronales de Montoro. La programación comienza el viernes 22 de agosto con diversos espectáculos callejeros y musicales. El sábado 23 comienza con la gran fiesta infantil del agua durante toda la mañana, acompañada de un photocall para inmortalizar el posterior encuentro con la Diablilla. Además, se lleva a cabo la bendición y entrega de las medallas de San Bartolomé.
Para continuar, la tarde del sábado acoge un festejo taurino en la plaza de toros. Y la jornada termina con una nueva sesión de actuaciones en la plaza de España a cargo de Malafa y Versiones Olivetti. Ya el domingo 24, tiene lugar el pasacalles protagonizado por la asociación músico-cultural Juan Mohedo, junto a cabezudos y la Diablilla, quien visita la residencia de mayores Jesús Nazareno como último acto antes de ser encerrada de nuevo, 24 horas después. Para terminar, la fiesta de los colores, en la que no faltará de nada (incluido un dj y un toro mecánico) pondrá punto y final a las fiestas patronales de Montoro un año más. "En definitiva, es un fin de semana repleto de historia, leyenda, música, cultura y diversión, en el que Montoro se vive con más intensidad que nunca", invita la alcaldesa a conocer.
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