Dice la leyenda popular que en estas fechas el mal anda suelto. Al repicar las campanas a mediodía este 23 de agosto, los vecinos y visitantes de Montoro han podido ver el descenso de la Diablilla por la torre de la parroquia de San Bartolomé, patrón del municipio. Se trata de una de las fiestas más singulares del municipio, que se celebra desde el 1996 con la recreación de esta leyenda.

El personaje de la Diablilla recorre las calles y reparte sustos, tirones de pelo y  caramelos a pequeños y grandes. En el día de hoy, en la plaza de España del municipio cordobés no coge un alfiler, multitud de vecinos han esperado la suelta de este personaje tan característico.

Esta terrorífica figura, que aparece escenificada bajo los pies de San Bartolomé, huye por el campanario enfundada en su traje rojo con rugidos de terror y rostro diabólico. Aquellos que hayan hecho el mal recibirán un tirón de los pelos y, por el contrario, quien haya practicado el bien será premiado con caramelos. 

Además, en este día, como manda la tradición, solo se pueden salvar de los tirones de pelo aquellos niños que lleven la medalla de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario. Por ello, desde primera hora, los más pequeños aguardaban con una mezcla de nervios e ilusión la aparición de la Diablilla.

La Diablilla desciende la torre parroquial.

El municipio celebra así sus fiestas patronales, unas de las más destacadas, y que cada año alcanzan mayor popularidad. A esta cita acuden multitud de vecinos y visitantes de diferentes puntos de la provincia. 

"Son unas fiestas de reencuentro", ha destacado la alcaldesa de Montoro, Lola Amo (PSOE), al recordar que esta fecha está señalada en el calendario de todos los montoreños que residen fuera de la localidad pero que acuden en un día como este a disfrutar de la festividad y para ver al singular personaje. 

Además, como ha recordado Amo, como novedad este año, en la plaza de España se puede observar un toldo de colores compuesto por cientos de aros de croché que sombrean el corazón del municipio y sirven para resguardo de los rayos del sol. 

Esta tradición cumple este año su 27 aniversario, como recuerda Antonio Simón, uno de los organizadores e ideólogo de la cita, que recuerda con nostalgia los comienzos de esta iniciativa. "De pequeño, cuando mi madre me decía que venía la Diablilla, yo no veía nada", narra entre risas. Es por ello que, tras adquirir conocimientos de correaje y rescate urbano, "le propuse al concejal de aquel entonces si podríamos hacer un simulacro para que los niños vieran al personaje". La propuesta se ha convertido en una de las tradiciones más emblemáticas de la zona. 

Simón, que forma parte del Grupo Amigos de La Diablilla, quienes organizan todos los años esta actividad junto a la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y San Bartolomé, subraya el auge que ha ido cosechando la festividad desde su inicio hasta el día de hoy. "Al principio se montaba una verbenita, y no habría más de 200 personas, todas conocidas de los organizadores... El año pasado llegamos a unas 3.000 personas", compara.

La Diablilla pasea por todas las calles y no se deja a nadie sin visitar, entre ellos a los ancianos de la residencia Jesús Nazareno. Porque, "aunque tenga un nombre diabólico, es una lección de ternura", reconoce Simón. También, este año el personaje acudirá al centro de salud del municipio para visitar a los sanitarios y "hacerle llegar nuestro agradecimiento". 

Plaza de España de Montoro.

"Son unos actos muy importantes", ha señalado el vicetesorero de la Cofradía de Nuestra Señora del Rosario y San Bartolomé, Raúl Moreno. A partir de esta jornada darán comienzo los cultos a los titulares y este jueves, 24 de agosto, tendrá lugar la salida procesional de San Bartolomé. 

Las actividades continuarán a lo largo de estos dos días. Para los más pequeños hay preparada un gran fiesta infantil con hinchables, con un super tobogán y pista deslizante para este inicio de las fiestas. Y para la noche, a partir de las 23:00, habrá música de la mano de Long Play Versiones, Los Mulatos del Sabor y dj Inmita Palmera. 

La fiesta seguirá este jueves, 24 de agosto, también desde la plaza de España con el pasacalles de la asociación músico-cultural Juan Mohedo y después de la recogida de la Diablilla, a las 12:00, habrá una fiesta de colores donde no faltará ningún detalle, hasta un toro mecánico. Como broche de oro, habrá una fiesta de la espuma a partir de las 13:30.