Alto Guadalquivir

Descubren una segunda imagen en la restauración de la Virgen de los Siete Dolores de Villa del Río

El alcalde villarrense, Jesús Morales, y el imaginero Sebastián Montes, junto a la imagen dolorosa.

El alcalde villarrense, Jesús Morales, y el imaginero Sebastián Montes, junto a la imagen dolorosa. / El Día

Lo que iba a ser una simple labor de restauración se ha convertido en todo un hallazgo. Porque durante los trabajos que el escultor e imaginero Sebastián Montes Carpio realizaba para recuperar la imagen de Nuestra Señora de los Siete Dolores de Villa del Río, el artista ha descubierto una segunda imagen, que ha sido rescatada del interior de la que se iba a ser intervenida. De esta manera, el resultado ahora serán dos imágenes: una Virgen dolorosa y otra gloriosa.

De este hallazgo ha informado este viernes, precisamente antesala de la Semana Santa, el Ayuntamiento de Villa del Río, tras recibir el alcalde, Jesús Morales, del propio Montes la antigua imagen de la Nuestra Señora de los Siete Dolores, ahora restaurada con una iconografía correspondiente a una imagen de la Virgen María en soledad al pie del Calvario.

Denominada imagen de capipota, del catalán cap i pota (cabeza y pies), la imagen corresponde a un tipo de imaginería religiosa doméstica, siendo muy populares en la zona de Levante durante los siglos XVII y XIX, aunque estas imágenes de vestir siguen siendo muy coleccionadas en la actualidad.

Las vírgenes de cap i pota son imágenes para venerar en los oratorios particulares. Su auge está relacionado con la contrarreforma y la tradición romana de la zona levantina. En Cataluña y Valencia, puro Mediterráneo, recuerdan a los altares de los lares o dioses de la familia romanos. Coincidiendo con la expresividad barroca, policromía, exteriorización de las emociones y un delicado ajuar en el que no pueden faltar sedas y joyas de orfebrería, las vírgenes de cap i pota son las antigüedades religiosas por excelencia.

En el caso de la imagen de Nuestra Señora de los Siete Dolores, está realizada en terracota y, quizás, sea el modelo más común o popular que se realizaba. Sin embargo, lo más curioso de esta intervención es que la imagen ha sido rescatada del interior de la que realmente iba a ser intervenida, por lo que hasta el momento de la intervención era desconocida, siendo por tanto todo un descubrimiento.

Con la cabeza que presentaba en la actualidad, igualmente de la misma procedencia, pero ésta sí tallada en madera y con ojos de cristal y mayor calidad artística, será convertida en una Inmaculada Concepción. De esta manera, las labores de restauración acabarán dando como resultado dos imágenes: una Virgen dolorosa y otra gloriosa.

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