Puerto del Calatraveño

Lo que 2020 ya ha dejado atrás en Córdoba

  • Las ayudas del IAM a colectivos de mujer, las oficinas liquidadoras como ahora se conocen o la posibilidad de concertar una nueva escuela infantil... El nuevo año ha arrancado cicatero

Protesta de colectivos de mujer el miércoles en Córdoba.

Protesta de colectivos de mujer el miércoles en Córdoba. / Juan Ayala

El año 2020 apenas acaba de empezar y ya hay varias cosas que se han quedado atrás. Advertencia: viene cicatero. A este ritmo, Córdoba recibirá la nueva década como si fuera una distopía. Es una exageración, de acuerdo, pero este ritmo de locura que de pronto han decidido imprimir quienes gobiernan unas y otra administraciones para hacerse la oposición es de dura digestión. Y, lo peor, deja situaciones de difícil comprensión para la ciudadanía.

En Córdoba, mientras la Diputación encara el 8 de marzo, Día de la Mujer, con un festival que abordará algo –podría decirse– tan de un planeta futuro como el ecofeminismo, hay varias decenas de asociaciones feministas que se han encontrado de sopetón con que no recibirán las subvenciones comprometidas por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) pese a que algunos de estos proyectos se encuentran ya realizados. Y ello, según la Consejería, por un mero error de procedimiento que escapa a estos colectivos.

Así que hasta un total de 70 asociaciones se reunieron el miércoles por la tarde en Córdoba para afrontar esta situación con una respuesta común, ante lo que consideran un “ataque a los proyectos de igualdad, de prevención y atención a las víctimas de violencia de género, de formación y empoderamiento, y de exclusión social”. La Consejería de Igualdad, ensombrecida por la presión que ejerce Vox en esta materia, en la que ya ha dejado claro que no cree, no debería permitirse estas situaciones.

Son, en total, 241 proyectos de toda Andalucía los afectados, lo que para las asociaciones significa que “amplias zonas de Andalucía no van a poder desarrollar acciones que afectan de manera directa al bienestar, salud y protección de las mujeres”. La consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, que casualmente el jueves visitó Córdoba para participar en un foro sobre concialiación, no tuvo más remedio que responder a los medios de comunicación.

La Consejería –anunció– creará dos nuevas líneas de ayudas para colectivos que trabajan contra la violencia machista dotadas con 650.000 euros. “Vamos a seguir lanzando proyectos y fórmulas nuevas para colaborar con todas la asociaciones que están en esta misma lucha. Seguimos buscando nuevas fórmulas”, se excusó, algo tarde, la responsable autonómica. Una materia de tanta sensibilidad no puede permitirse demoras.

Como está claro que 2020 llega cicatero, también quedarán atrás en el arranque de año las oficinas liquidadoras que prestan servicio en la mayoría de los municipios de Córdoba, al menos tal y como hasta ahora se conocen. El Gobierno de la Junta y el PSOE han estado toda la semana a la gresca con este asunto. Y, al final, tanto cruce de declaraciones únicamente ha servido para no dejarle nada claro a los ciudadanos, que al final parece ser la misión de unos y de otros.

A grandes rasgos, el 2 de enero la Agencia Tributaria de Andalucía (Atrian) y los registradores de la propiedad firmaron un convenio que determina las funciones y competencias en materia de aplicación de los tributos y revisión en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados y el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. El nuevo convenio supone un cambio de competencias de la red de oficinas liquidadoras y, a partir de ahora, las de Priego, Posadas y Córdoba capital serán las únicas que concentren las funciones de control y liquidación.

El resto –Baena, Bujalance, Cabra, Castro del Río, Fuente Obejuna, Hinojosa del Duque, Montilla, Montoro y Rute– serán de información y asistencia tributaria, mientras que las de Aguilar de la Frontera, Lucena, Pozoblanco y La Rambla realizarán labores de información y asistencia tributaria, catalogación y análisis de riesgo fiscal. Es suma: que cerrar, teóricamente, no van a cerrar, pero sí quedarán con unas funciones muy menguadas de cara a los ciudadanos.

Este arranque de año también ha dejado atrás la posibilidad de abrir nuevas escuelas infantiles –lo que popularmente se conoce como guarderías– en un conjunto de 24 municipios cordobeses, todos aquellos en los que la natalidad ha caído de manera estrepitosa. La Junta los ha declarado zonas saturadas y, sorpresa, no hará conciertos con nuevos centros; extraña política para frenar la despoblación. Para terminar de helarnos, llega la borrasca Gloria y tal vez nieve en la Subbética. Al menos quedará una estampa bonita.

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