Las cosechadoras y la falta de alimento perjudican el ciclo vital de la avutarda
En la comarca se contabilizan 150 de estas aves, además de diez sisones por hectárea y 637 parejas de cernícalo primilla
Los atropellos de las cosechadoras y la falta de alimento en agosto, septiembre y octubre son las dos principales causas de muerte de las avutardas, unas aves esteparias que están en peligro de extinción y que, mediante el Proyecto Life Natu, podrán salvarse hasta en un 75% de los casos. Durante 2010, este proyecto de ámbito regional dotado con 8,6 millones de euros se centra en las Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPA) del Valle del Alto Guadiato, Campiñas de Sevilla y Fuente Piedra y Campillos (Málaga) y tiene como protagonistas de su trabajo a la avutarda, el sisón, el cernícalo primilla y el aguilucho cenizo.
En el Guadiato, que aporta la mitad de las hectáreas incluidas en el proyecto Life Natu, se han contabilizado 150 avutardas; diez sisones por hectárea, lo que supone una de las poblaciones más densas de Andalucía; 637 parejas de cernícalo primilla, lo que se traduce en una densidad de 0,3 machos por cada diez hectáreas, mientras que la media andaluza es de 0,05 machos por cada diez hectáreas. Además, hay contabilizadas un millar de parejas de aguilucho cenizo en toda Andalucía, según el delegado de Medio Ambiente, Luis Rey.
Para reducir las muertes de estas aves, Rey ha explicado que una de las medidas que se llevarán a cabo es la compra de "cosecha en pie", que consiste en adquirir las cosechas a los propietarios de las fincas en las que hayan nidificado las aves, con el objetivo de garantizarles el alimento procedente del grano y, al tiempo, evitar que puedan ser atropelladas por las cosechadoras. También se ampliará la compra a las zonas rastrojeras, de forma que estos mismos agricultores no recojan la paja y en ella puedan habitar insectos, como saltamontes, que servirán de alimento de las avutardas y los sisones durante los meses de agosto, septiembre y octubre, un periodo en el que la mortalidad es mayor debido a la falta de alimento, puesto que no disponen de plantas verdes ni de grano.
Ésta es una de las medidas que se desarrollarán en el programa y que, además de evitar o disminuir la mortalidad de aves esteparias, apuestan por incrementar la disponibilidad de alimento, contribuir a la diversificación del paisaje agrario, reducir los riesgos de mortalidad por colisión y electrocución en tendidos eléctricos de las aves, implementar medidas de sensibilización e implantar modelos de gestión del hábitat compatibles con las actividades agrarias.
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