El precio de la vivienda nueva y usada ha crecido en el último año en toda España... menos en Córdoba y Zamora, donde ha caído un 1%. De esta manera, ambas provincias rompen la tendencia registrada en el resto del territorio nacional, donde el metro cuadrado ha alcanzado un valor de 1.685 euros al finalizar la primera mitad de 2022, lo que supone un 8,2% más que el anotado un año antes y un 2,4% más caro que en el periodo inmediatamente anterior, según el informe IMIE de Mercados Locales de la tasadora Tinsa.

Según este informe, el precio del metro cuadrado en la provincia cordobesa queda establecido en 1.065 euros, lo que lo deja un 36,5% por debajo de los máximos históricos -la media española queda en un 21,8%- y un 8% por encima de los mínimos registrados durante la etapa final de la crisis financiera de la pasada década, marcada en 2015. En la capital, mientras, el precio del metro cuadrado se sitúa en 1.470 euros, un 2,2% más que hace un año y en cifras parecidas en cuanto a las variaciones históricas.

Con un incremento anual del 12,1%, Madrid fue la comunidad autónoma donde más subieron los precios, seguida de Aragón, con un 10,4%, y de Navarra, con un repunte del 9,2 %. Por provincias, la mayor parte mostró encarecimientos interanuales situados entre el 3% y el 7%.

El esfuerzo teórico de compra creció tres décimas en España desde el trimestre anterior, hasta un 31%, con Baleares como la comunidad más cara, con el 53 %. Entre las grandes capitales de provincia destacó el incremento del 46,6% registrado en Barcelona, seguida de Madrid (42,9%) y Málaga (40,6%).

"Continuamos observando una demanda activa que se combina con una oferta limitada y tensiona los precios al alza, pese a que las cifras acumuladas de compraventas muestran una ligera desaceleración respecto al mismo periodo de 2021", explica la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias.

La próxima subida de los tipos de interés en la zona del euro decidida por el Banco Central Europeo (BCE) para contener la elevada inflación encarecerá, previsiblemente, el nuevo crédito hipotecario, y podría cambiar las intenciones de compra de los hogares, añade Arias.

Tampoco se puede descartar que en los próximos meses se endurezcan los criterios de concesión de préstamos por parte de las entidades financieras ante un escenario de ralentización económica y de poder adquisitivo erosionado por la inflación.