Provincia

Entre copas y copas, monumentos

MILES y Jack se disponen a emprender por tierras cordobesas su particular road movie de esas que recomienda el Dios Baco. El divorciado traumatizado y su colega de la universidad y actor fracasado, cuyas aventuras por tierras vitivinícolas californianas contaba Alexander Payne en Entre copas, pretenden repetir la experiencia por los nueve municipios incluidos en la Ruta del Vino Montilla-Moriles. En la capital, Aguilar de la Frontera, Fernán Núñez, Montemayor, Moriles, Montilla, Lucena, Puente Genil y La Rambla van a conjugar las sensaciones inigualables que les van a proporcionar paladar y vista en una mezcla de turismo enológico y monumental. Si ya fueron testigos de que California está bendecida con un clima y geografía maravillosos que hacen de ese un lugar ideal para que crezcan muchas variedades de uvas de vino, el clima de la Campiña cordobesa es propicio para tenerle reservada una seducción aún mayor.

Por estas tierras comprobarán que el cabernet sauvignon californiano -famoso vino tinto de cuerpo-entero hecho de la tradicional uva de Burdeos- no tiene nada que envidiarle al pedro ximénez cuyas raíces trajo de centroeuropa hace siglos y a lomos de su caballo el capitán del mismo nombre, verdadero néctar que pierde los sentidos. Tampoco tiene más valor que el fino amontillado el chardonnay americano -hecho de las mismas uvas utilizadas en el borgoña francés y el campagne-, maravilloso vino blanco seco de buen sabor y complejidad.

Miles y Jack, al igual que cualquier viajero que se aventure a recorrer la road movie cordobesa, tienen más que asegurado que no les va a faltar hospitalidad. Si hace falta, ejercen de cicerones hasta brindar con ellos y a su salud las alcaldesas de Moriles y Montilla, las socialistas Francisca Carmona y Rosa Lucía Polonio, respectivamente, el secretario de Consejo Regulador de Montilla-Moriles, Manuel López Alejandre y hasta el delegado provincial de Turismo de la Junta, Juan Torres. Todos participaron hace unos días en la presentación del Plan de Dinamización Turística de la ruta, en el que, gracias a algo más de tres millones de euros, se van a poner en marcha distintas infraestructuras preparadas para la ocasión en cada uno de los municipios. Un museo de la Campiña en Fernán Núñez o el Centro de Arte Contemporáneo y Vino de Montilla son sólo dos ejemplos a los que hay que sumar las obligadas visitas a bodegas y lagares, verdaderos paritorios de los caldos. Y todo ello sin perderse el postre en forma de monumentos dispersos por la ruta y también de obligada visita. Con este panorama, sólo queda brindar hasta la felicidad. ¡Salud!

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