La delegada de Educación y Deporte en Córdoba, Inmaculada Troncoso, acompañada del alcalde de Fuente Palmera, Francisco Javier Ruiz (IU), ha visitado el comedor del colegio de Educación Infantil y Primaria San Isidro de El Villar, “que facilita la conciliación de la vida familiar y laboral de esta localidad y que refuerza la apuesta de la Consejería por incrementar los servicios complementarios”, ha señalado. 

La delegada ha resaltado que, de los 41 alumnos matriculados que tiene el colegio San Isidro Labrador, 32 (el 78%) hacen uso del comedor escolar, mientras que de ellos, 25 reciben bonificaciones, es decir, cerca del 80% y 15, casi la mitad, el 100% de la bonificación del servicio. 

“El colegio San Isidro Labrador es un ejemplo en innovación educativa, gracias a la implicación de toda la comunidad educativa”, ha elogiado Troncoso. El claustro, formado por 12 docentes, está ampliando su formación en el Aprendizaje Basado en Proyectos, una metodología que el centro lleva años utilizando, llegando a participar en la Feria de los Proyectos de la Universidad de Córdoba.

Además, actualmente se desarrolla el proyecto Steam: Robótica aplicada al aula, con el objeto de formar al profesorado en esta temática y fomentar en el alumnado las vocaciones en materias relacionadas con estos ámbitos (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas) promoviendo proyectos centrados en la innovación, la creatividad, el diseño y la resolución de problemas con la robótica como herramienta.

Uno de los objetivos de la Consejería de Educación es el apoyo decidido a las familias mediante el incremento de los servicios complementarios, entre otras medidas. Así, desde el curso 2019-2020, la delegada ha reforzado de forma significativa los servicios complementarios, ofertando 7 comedores y 11 aulas matinales más. En este curso escolar se ha sumado el comedor del colegio San Isidro Labrador y las aulas matinales de los centros Cano Damián (Pozoblanco), Antonio Valderrama (Espiel), Maestro Rogelio Fernández (Villanueva del Duque) y los de la capital Nuestra Sseñora de Linares y Jerónimo Luis de Cabrera.

Con esta medida, resalta la delegada, “se incentiva la matriculación del alumnado de Educación Infantil en zonas rurales, una etapa esencial para desarrollo psicoevolutivo del alumnado, su autonomía y la sociabilidad en edades tempranas”. 

El director del colegio San Isidro Labrador, Javier Pérez, por su parte, “ha agradecido el apoyo y la apuesta de la Consejería por centros como el nuestro que se ubican en zonas rurales, permitiendo equiparar nuestros servicios con los de otros centros que cuentan con más alumnos matriculados”.

“Es imprescindible la colaboración entre administraciones, el diálogo continuo y el consenso para llegar a acuerdos y establecer líneas de trabajo conjuntas. Sólo así debe entenderse la gestión de los centros educativos, focalizando nuestros esfuerzos en los verdaderos protagonistas: nuestros alumnos y alumnas”, ha destacado Troncoso, que ha agradecido al Ayuntamiento de Fuente Palmera la colaboración con la Delegación de Educación, adaptando el centro para ubicar el comedor escolar.

La delegada ha destacado que la Junta está dando pasos para mejorar las condiciones de contratación del servicio de comedor escolar. Así, se han incorporado diferentes modificaciones para impulsar la concurrencia, como es la ampliación del plazo de ejecución del contrato hasta cuatro cursos escolares, con posibilidad de un año de prórroga.  

Además, ha recordado que en 2019 se modificaron los pliegos de contratación del servicio de comedor escolar para introducir nuevos requisitos que faciliten la participación de empresas de carácter local y entidades más pequeñas, además, de favorecer una mayor utilización de productos locales en la elaboración de los menús. 

Los menús son supervisados cada mes y se ajustan a las recomendaciones de la Consejería de Salud y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en cuanto a los estándares de calidad y alimentación saludable. Los pliegos de condiciones de los contratos exigen la presencia diaria de verdura y fruta fresca; el uso de aceite de oliva virgen extra; una mayor proporción de pescado que de carnes; la limitación de alimentos precocinados y fritos, y la preferencia por la dieta mediterránea, los productos ecológicos y de temporada.