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Los pueblos de Córdoba se vuelcan este fin de semana con la procesión del Corpus Christi, una celebración llena de singularidades que resulta especialmente vistosa en Belmez, Carcabuey y Valenzuela, tal y como reconoce el atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía. En estos tres municipios, desde días atrás, los vecinos confeccionan coloridas alfombras de colores y vistosos altares domésticos que cambian por completo la fisonomía de las calles.
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Un recorrido en imágenes por las alfombras de colores del Corpus de Valenzuela
En Belmez, la celebración del Corpus ha tenido lugar en la tarde del sábado, aunque los preparativos empiezan mucho antes, en días previos, cuando los vecinos van al campo a recoger juncias con las que realizan una alfombra que adorna las calles por las que pasa la procesión. Las puertas de las casas se adornan con macetas y las ventanas y balcones con hojas de parra, olivo o telas nobles, con lo que la fisonomía de las calle experimentan un cambio profundo llenas de colorido y verdor. En algunos rincones se colocan pequeños altares con la imagen de los sacramentos. Junto a los actos religiosos de la misa y la procesión, el adorno vegetal que cubre las calles y acerados constituye el hecho que puede dar una mayor singularidad a esta celebración, transformando el pueblo en un escenario totalmente distinto, en donde el campo entra en el casco urbano con el verdor y los aromas que emanan las juncias y macetas.
El domingo siguiente al Jueves de Corpus, en Carcabuey hay que tener preparado el serrín necesario para la decoración de cada una de las calles por donde pasa la procesión. En la madrugada, se lleva a cabo la realización de una alfombra coloreada constituida por una mezcla de serrín y colorante por las calles principales de la población. El montaje se realiza gracias a la participación de la población. Los más jóvenes se encargan de la elaboración de la trama callejera, que elaboran los dibujos con unas plantillas metálicas que se van rellenando de distintos colores de serrín coloreado; así construyen con creatividad formas geométricas vistosas que, enlazadas, pasan de calle en calle, realzando el itinerario procesional. Los mayores sacan las macetas el interior de las casas para dar verdor y vida al espectacular conjunto, que se completa con los pequeños altares repletos de flores aromáticas.
En Valenzuela, la celebración del Corpus constituye una de las fiestas más relevantes de la localidad. Los preparativos se centran en dos elementos básicos: la creación del dibujo o diseño y la preparación del serrín de colores para la elaboración de alfombras en las calles por donde transcurre la procesión. Respecto al diseño de las calles, una vez definido el dibujo se traslada al suelo mediante una plantilla de cartón. Los dibujos son normalmente cenefas que repiten un modelo -excepto donde se sitúa el altar-, que se dibuja en el suelo con una tiza y a continuación con una brocha y cal se repasa el dibujo. Principalmente en estas acciones son las mujeres las que se responsabilizan y dirigen. Paralelamente, durante los 15 días previos a la celebración se ha pintado el serrín de colores para la posterior elaboración de alfombras de colores que adornarán las calles.
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