Subbética

La búsqueda del fuego primigenio en Lucena

  • El Campus de la Cueva del Ángel reúne a una veintena de expertos y más de 40 alumnos de todo el mundo

Trabajos arqueológicos en la Cueva del Ángel.

Trabajos arqueológicos en la Cueva del Ángel. / El Día

El descubrimiento del fuego por el ser humano o, más aún, en qué momento pudo controlarlo, es una de las incógnitas que causan mayor curiosidad entre los investigadores y que se debate en el I Campus Internacional de Prehistoria y Evolución Humana que se celebra en Lucena.

En la Subbética cordobesa se localiza el yacimiento arqueológico de la Cueva del Ángel, un importante asentamiento prehistórico, con una antigüedad que alcanza los 500.000 años, que puede aportar nuevos datos para continuar con los descubrimientos y desvelar las claves de la evolución humana.

La Cueva del Ángel fue el lugar de residencia de homínidos durante más de 200.000 años. La sima de la cueva se erige como una cavidad vertical usada como vertedero desde entonces y que, actualmente, alberga casi un centenar de restos que suponen una “mina” para los investigadores que se acercan.

A lo largo de dos semanas, una veintena de profesores y expertos, llegados de todo el mundo, ofrecen a más de cuarenta alumnos de México, Estados Unidos, y de varios países europeos los últimos avances en investigación arqueológica. Uno de los momentos estelares es la llegada de la doctora israelí, Naama Goren Inbar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, descubridora del primer fuego usado por la humanidad, datado de hace unos 300.000 años, en Guesher Benot aqov (Israel).

Otros momento muy esperado es el encuentro con el presidente de la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, Cecilio Barroso Ruiz, que organiza el Campus junto con la Universidad Internacional de Andalucía de Baeza, el propio Ayuntamiento lucentino y el Grupo de Desarrollo Rural de la Subbética. “Nosotros estamos seguros de que en la Cueva del Ángel se llevó a cabo el primer ejemplo de manipulación controlada del fuego de Europa y Asia y tenemos que contrastar fechas con ella”, indica Cecilio Barroso, que investiga desde hace 25 años el yacimiento de Lucena y es el mayor experto sobre la Cueva del Ángel.

Al campus también ha asistido el doctor Henry de Lumley, considerado como el padre de los estudios paleontológicos, que ha ofrecido la lección magistral titulada Los primeros pobladores en la costa mediterránea en Francia desde hace mas de un millón de años. Expertos en aplicación del ADN, como los doctores Enrique Viguera y Ana Grande, ambos del departamento de Genética de la Universidad de Málaga, que han podido constatar la presencia de un individuo aparecido en la cueva con genes del África negra.

Hasta ahora, únicamente se tenía constancia de que la interacción entre los habitantes de África Central y Oriental, así como, los de la Península Ibérica, se remontaba a la época de la dominación islámica, pero los restos de esa persona, fruto de una relación directa entre nativos y foráneos, datan de la Edad del Bronce.

Un hallazgo, ya publicado en la revista Science, muestra el “potencial enorme” de la cueva cordobesa para ser “referente mundial” para determinar los caracteres de las “poblaciones europeas prehistóricas”, subraya Barroso, ya que un 90% de los huesos humanos localizados y estudiados “tienen ADN y de buena calidad”, admite.

“Este tipo de estudios muy prácticos y pegados al terreno es el que se está encontrando el alumno que ha acudido en masa a este primer campus de Lucena, que tuvimos que ampliar desde una treintena de participantes iniciales hasta los 45, actualmente, y que a los pocos días de abrirse la matrícula estaba ya agotado”, relata el doctor.

Tras el éxito de este primer encuentro, la intención es que el campus tenga continuidad en el tiempo. Barroso explica que la Cueva del Ángel “podría estar a la misma altura en interés científico que Atapuerca”, y tiene todavía mucho que mostrar, tras “200.000 años de ocupación constante” por una Humanidad que pudo controlar el fuego en plena Subbética.

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