El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha informado este miércoles del inicio de la campaña de recolección del girasol, en la que se prevé una disminución de la producción del 48% en relación con el año pasado, cuando también se registró una caída del 15%.

Por tanto, Fernández de Mesa ha explicado que los rendimientos están siendo bajos, “con pérdidas importantes” debido a la falta de lluvia a finales de la primavera y las altas temperaturas sufridas en los últimos días del ciclo del girasol, no llegando, por tanto, la media de producción a los 800 kilogramos por hectárea.

De este modo, las siembras este año no se hicieron en su tiempo por la falta de precipitaciones a finales de invierno, e incluso no se iban a sembrar por la falta de humedad en el suelo. Sin embargo, la lluvia de primavera y el hecho de que la Comisión Europea autorizara sembrar las superficies de barbechos de interés ecológico por la invasión de Rusia a Ucrania, provocó que en muchas explotaciones se sembrase girasol en época tardía.

En consecuencia, en este año se ha registrado una subida de siembra de un 34% más, llegando aproximadamente a unas 33.670 hectáreas debido también a que existía una previsión de altos precios ante la posibilidad de que faltara aceite de girasol para el consumo debido al conflicto bélico.

Al respecto, las cotizaciones de girasol en comparación con la campaña pasada están siendo superiores, pero no están llegando a alcanzar los precios que se esperaban en relación con la falta de girasol que existe, ya que ha comenzado a cotizarse en la lonja de Cordoba a 670 euros por tonelada, frente a los 470 en los que comenzó el año pasado en girasol linoleico 9-2-44.