La cámara y el sensor de la cárcel Sevilla-1 de la que escapó el Rafi estaban inoperativos

Los dos presos fugados se movieron varias horas por los tejados del centro y salieron por un punto 'ciego' de la seguridad · La Policía investiga si apuñalaron a una persona en Antequera y los busca en la Costa del Sol

La cámara y el sensor de la cárcel Sevilla-1 de la que escapó el Rafi estaban inoperativos
La cámara y el sensor de la cárcel Sevilla-1 de la que escapó el Rafi estaban inoperativos
Jorge Muñoz

07 de febrero 2010 - 05:01

La cámara de vigilancia y el sensor de movimiento de la zona por la que se produjo la fuga de dos internos de Sevilla-1 no detectó la presencia de los reclusos porque estaban inoperativos. Según las últimas investigaciones, el bujalanceño Rafael Hidalgo Castro, el Rafi, y su compañero de celda, Mohamed Larbi Elimlami, escalaron el muro de la cárcel por un punto que está tan sólo a unos 20 metros de la entrada de la cárcel. La zona está vigilada por una cámara y un sensor de movimiento, pero el primer dispositivo no estaba enfocando a la zona que debía porque se había movido a causa de las lluvias registradas en diciembre pasado. En cuanto al sensor de movimiento, se hallaba averiado, ya que no fue hasta la mañana siguiente a la fuga -el pasado jueves-, cuando los técnicos de la empresa de mantenimiento de estos equipos procedieron a su revisión y a conectarlo de nuevo, según han confirmado fuentes próximas al penal sevillano.

Los dos reclusos dispusieron de tiempo suficiente para escoger su punto de fuga, por cuanto no sólo se han hallado prendas de abrigo colocadas en los alambres espinados en forma de concertinas, sino otros elementos preparados para su huida.

La hora a la que se produjo la fuga sigue sin estar del todo clara, puesto que oficialmente no se les echó en falta hasta el recuento de las 08:00 del pasado jueves. Sin embargo, algunos internos sitúan la huida en torno a las once o las doce la noche del miércoles, coincidiendo con la emisión televisiva del partido de semifinales de la copa del Rey que disputaron el Sevilla y el Getafe.

Los presos tuvieron que hacer necesariamente ruido para, una vez que lograron salir de la celda, forzar la ventana del pasillo del módulo. Algunas fuentes apuntan a que los destrozos que ocasionaron los prófugos se percibían desde el comienzo del pasillo del módulo, lo que parece cuestionar las rondas realizadas aquella noche por los funcionarios que se hallaban de servicio.

Todos esos extremos están siendo investigados por cuatro inspectores de la secretaría general de Instituciones Penitenciarias que se desplazaron hasta la cárcel de Sevilla-1 el jueves y comenzaron a tomar declaración tanto a los trabajadores como a los otros reclusos del módulo 7 de la Unidad de Preventivos, donde tuvo lugar la fuga.

Paralelamente a esta investigación interna, la Policía y la Guardia Civil continúan la búsqueda del Rafi y de su compañero de celda, a los que incluso se atribuye la presunta autoría de un atraco perpetrado en la tarde del jueves en la localidad malagueña de Antequera. Fuentes policiales explicaron ayer que no se puede confirmar que este nuevo delito, en el que una persona fue apuñalada, sea obra de los dos prófugos, aunque sus características físicas parecen coincidir. El robo e produjo sobre las 19:00 en el polígono industrial de Antequera, donde dos individuos abordaron a un trabajador para robarle y le asestaron sendas puñaladas en el pecho y la espalda. La víctima ya ha sido dada de alta y no tiene dañados órganos vitales.

Tras este hecho, la Policía continuó rastreando diversos puntos de la Costa del Sol y carreteras de la provincia para localizar a los dos prófugos, si bien también existe un especial vigilancia en las proximidades de Bujalance, donde vive la familia de Rafael Hidalgo el Rafi, por si decidiera contactar con su más allegados. El Rafi cumplía una condena de siete años y seis meses por diversos robos y se encontraba preso preventivo por el homicidio de José Reyes.

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