Comunicaciones

Las cabinas de teléfono desaparecerán este año en Córdoba: Telefónica retirará las 274 que aún quedan

  • La compañía está diseñando el plan de desmonte y estudia si permanecerá alguna de forma simbólica

  • Tienen una media de 0,17 llamadas al día, es decir, una llamada semanal de promedio

Cabina de teléfonos que sobrevive en Carcabuey.

Cabina de teléfonos que sobrevive en Carcabuey. / El Día

Hubo una época en la que las cabinas telefónicas eran un elemento indispensable para comunicarnos cuando nos encontrábamos fuera de casa. De hecho, durante muchos años se convirtieron en el único medio de contacto disponible. Pero con la llegada de los móviles y las nuevas tecnologías, las cabinas empezaron a caer en desuso. Algunas se convirtieron en iconos de las ciudades, pero muchas, relegadas a mobiliario urbano inservible, cayeron en el abandono y, en los tiempos más recientes, carecen de utilidad alguna y no son más que tablones de anuncios gigantes donde particulares y empresas cuelgan anuncios de todo tipo, sobre todo en el centro de las ciudades.

Hay quien se preguntará cuándo fue la última vez que utilizó una cabina telefónica y los millenials, incluso, si alguna vez han tenido que hacer uso de alguna. Más aun: ¿cuándo fue la última vez que vio a alguien hablar con un teléfono público? Seguro que lo recordaría...

La desaparición progresiva de este servicio ha ido aumentando año tras año, y en este recién estrenado 2022, Telefónica retirará las 14.284 cabinas restantes que aún sobreviven en España, de las que 274 se encuentran en la provincia de Córdoba, 12 de ellas en la capital, según los datos ofrecidos a el Día por la propia compañía.

Tras varias décadas de decadencia desde el boom de los móviles y los servicios de mensajería digital, su desaparición definitiva se produce después de que ya no se consideren un servicio universal obligatorio, resultado de la entrada en vigor de la Disposición Transitoria Novena del anteproyecto de Ley general de Telecomunicaciones. Y Telefónica, que había sido en los últimos años la operadora designada por el Ministerio de Asuntos Económicos y de Transformación Digital para prestar el servicio por quedar desiertos los concursos convocados por la falta de interés del sector, ya tiene vía abierta para finiquitar un servicio del siglo XX.

Cabina de teléfonos en la avenida principal de La Guijarrosa. Cabina de teléfonos en la avenida principal de La Guijarrosa.

Cabina de teléfonos en la avenida principal de La Guijarrosa. / El Día

La primera cabina telefónica aterrizó en España en el año 1928, concretamente en el parque de El Retiro de Madrid. Consistía en un sencillo invento de un cajetín que había que abrir para localizar el teléfono. Con el tiempo, devinieron en un elemento indispensable tanto en las ciudades y, sobre todo, en los pueblos. Y es que, según la legislación, todos los ciudadanos deben tener un acceso a una serie de servicios básicos con independencia de su localización geográfica, con una calidad determinada y a un precio asequible. En el caso de las cabinas telefónicas, esto suponía que las poblaciones con más de 1.000 habitantes debían tener al menos una, y otra adicional por cada 3.000 habitantes.

A punto de cumplirse un siglo desde el momento del primer teléfono del Retiro, el servicio expira noqueado por las telecomunicaciones que han hecho que, en últimos años, su uso haya disminuido hasta niveles ridículos, residuales. Según los propios datos de la compañía, hace más de dos años se registraban 0,37 llamadas diarias. Pero al terminar 2020, última anualidad de la que hay datos concretos, la media de llamadas registradas en cabinas telefónicas que aún sobreviven fue de 0,17 llamadas al día. Esto es, la media semanal con esta cifra ascendería a solo una llamada de media.

Otro dato que refleja la poca relevancia que tienen las cabinas en la actualidad es que más del 88% de la población reconocía no haber usado nunca una cabina, según datos del Eurobarómetro que datan ya del año 2014. De esta forma, 2022 será un año de nuevos comienzos pero también de despedidas, dado que las pocas cabinas que aún siguen en pie en gran parte de los municipios cordobeses dirán adiós tras décadas de existencia.

Pero, ¿cómo se llevará a cabo este proceso? Fuentes de Telefónica afirman que la compañía está diseñando el plan de desmonte, si bien estudia si permanecerá alguna "de forma simbólica". En Córdoba capital, aún sobreviven algunas en lugares muy céntricos, como la calle Cruz Conde o Gondomar, tapadas por anuncios de todo tipo de particulares y convertidas en un elemento incómodo entre tiendas y grandes escaparates. También resisten en los municipios, la mayoría en lugares privilegiados pese a que ya sirven para poco.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios