Los centros Guadalinfo pueden convertirse en algo más que en el lugar donde actualizar el curriculum o donde los mayores aprenden a usar el correo electrónico. En Montemayor, el Guadalinfo lleva años haciendo un trabajo de vanguardia con una fórmula rompedora que mezcla las últimas tecnologías y la solidaridad, resultado de la cual acaba de enviar a África un brazo prensil -o trésdesis- creado con la única ayuda de una impresora 3D y mucha paciencia.

La destinataria es una ciudadana de Camerún a la que le falta la extremidad superior derecha y que, a partir de ahora, encontrará "una gran ayuda para realizar sus tareas diarias", como confía Amador Parrado, trabajador del Guadalinfo de Montemayor y la persona responsable de la iniciativa.

Parrado explica que es el segundo brazo prénsil que hacen en Montemayor después de un prototipo que enviaron hace unos meses al hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde lo utilizan para la rehabilitación de pacientes que han perdido la extremidad, habitualmente como consecuencia de accidentes de tráfico o laborales. "En esta ocasión, la destinataria es una mujer concreta. Hemos tenido en cuenta aspectos como el color de piel y, por supuesto, sus medidas", cuenta Parrado, de 43 años y de profesión técnico especialista en informática de gestión.

Brazo prénsil impreso en Montemayor.

Hace un par de años, el Ayuntamiento dotó al centro Guadalinfo de una impresora 3D, y desde el principio quisieron convertirla en un instrumento útil y solidario. Contactaron con la ONG Ayúdame3D, que interviene con la población de zonas desfavorecidas, fundamentalmente de África, para llevar prótesis a medida a personas con discapacidad. La ONG trabaja bajo petición, explica Parrado, y aporta los datos exactos del destinatario. Los helpers, como se denomina a los colaboradores, las confeccionan con sus impresoras, las montan y las envían.

Es un trabajo laborioso, explica, que puede consumir una semana completa de trabajo, pues cada falange de cada dedo se imprime de manera independiente en un material denominado PLA, más manejable que otros compuestos similares. Lo mismo ocurre con el antebrazo, el codo o la palma. El resultado son decenas de piezas que, a la manera de un gran rompecabezas, hay que montar con gran precisión. Y no solo eso: "La impresión 3D no es perfecta, y algunas partes hay que moldearlas con calor, como si fuera un herrero", cuenta Parrado. Por último, todas las piezas se unen con hilo de sedal, "a modo de tendones".

Cuando la persona se coloca la trésdesis en el hombro, un movimiento "mínimo" le permite cerrar la mano. "Aunque le sirva solo para sujetar objetos, es una ayuda fundamental para la vida diaria. La diferencia es abismal", dice Parrado, quien explica que prótesis más avanzadas que incluyen motores no son recomendadas para determinados destinos en vías de desarrollo debido a la dificultad para reparar las averías que puedan sufrir. "Estas que aporta la ONG son fáciles de arreglar con sedal nuevo y herramientas básicas", explica.

El objetivo es reducir la desigualdad a la que se enfrentan los destinatarios, mejorando su calidad de vida y proporcionando mejores oportunidades de empleabilidad y escolarización. Hay tres prototipos: Nelly, un mano para personas con muñeca, que puede abrir y cerrar los dedos gracias al movimiento de la muñeca; Mery, brazo para personas con codo, y Vicky, un brazo completo para personas sin codo, que es el que han impreso en Montemayor.

Carcasas para los niños hospitalizados.

La colaboración con Ayúdame3D se incluye en un proyecto más amplio del centro Guadalinfo denominado Especiales, y cuyo primer proyecto consistió en realizar carcasas en 3D para los niños que reciben tratamientos oncológicos en el Hospital Universitario Reina Sofía. "Las carcasas envuelven las bolsas de suero o medicamentos. Es una manera de que todo el proceso resulte más fácil para los pequeños. Cuando lo terminan, se les suele decir que han adquirido superpoderes", dice.

La iniciativa fue premiada con un galardón al mejor proyecto de innovación en la red Guadalinfo de Andalucía y este año ha recibido un reconocimiento estatal por parte de la asociación Somos Digital, que aglutina a todos los telecentros de España, aunque lo que realmente mueve a los trabajadores del Guadalinfo es poder ayudar a los demás.