Lo que empezó como una afición se ha convertido en una auténtica atracción navideña en la provincia de Córdoba: el belén de Rivero de Posadas, un nacimiento que crece año a año y que ya incluye más de 200 figuritas en movimiento. Sus creadores son Mónica Bermúdez y Antonio Luis Martínez, temporera agraria y fontanero reconvertidos en sus ratos libres en maestros artesanos.

Todo empezó en 2005 con un belén heredado de sus suegros, cuenta Mónica. "En un viaje a Granada, compré una escultura pequeña y me dije, esto lo puedo hacer yo", recuerda. Probó con arcilla y el resultado salió bien, así que el belén empezó a crecer: 30, 40, 50 figuras... Hasta superar las 200 que se exponen esta Navidad.

Y, lo más especial, la mayoría están en movimiento. Pueden verse las habituales lavanderas, los pastorcillos, los trabajos tradicionales... Y también hay animales de todo tipo, incluso elefantes, una de las obras de la que Mónica Bermúdez se siente más orgullosa.

El nacimiento a tamaño real.

La pareja trabaja durante todo el año en el belén, que ya puede visitarse en la calle Ronda Este, sin número (la casa con fachada de piedra). La entrada cuesta un euro, con el que los artesanos costean parcialmente su trabajo y afrontan gastos como la iluminación o el seguro de responsabilidad civil. Es, además, una manera de controlar los aforos en estos tiempos de pandemia.

Aunque este minucioso belén no es lo único que puede verse en una visita a Rivero de Posadas. Y es que Mónica y Antonio Luis también han creado varias escenas con figuras a tamaño real en las que no falta ni un detalle. La gran novedad de esta edición es la tradicional fragua, animan a visitar mientras ya piensan en la ampliación de la próxima Navidad.