El Gobierno de Estados Unidos que preside el republicano Donald Trump ha subido hasta el 35% el arancel de las importaciones a la aceituna negra que se produce en España y, por ende, en Córdoba, que es la segunda provincia productora del país. Se trata de una medida que ya está afectando al sector y que ha hecho que las exportaciones a EEUU hayan caído un 42% desde la implantación de esta tasa -que comenzó en un 22%-. Con estas cifras, el presidente de la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (Asemesa), Antonio de la Rosa, advirtió ayer de que la aplicación de estos aranceles "será peor en los próximos meses" y que, además, conllevará "la pérdida del mercado americano". El Gobierno estadounidense acordó imponer este arancel tras iniciar una investigación para determinar si las ayudas europeas a este producto perjudican al sector aceitunero de California.

En Córdoba, continuó el presidente de Asemesa, el 70% de la producción es de aceituna de mesa, lo que se traduce en 46.000 toneladas de fruto y un valor de unos 100 millones de euros cada temporada. La provincia, además, cuenta con 36 empresas entamadoras -en las que la aceituna se trata para poder ser consumida con o sin hueso-, de las que 15 son cooperativas, que acaparan el 73% de la producción, y 16 envasadoras". De la Rosa indicó también que el 70% de la producción de aceituna de mesa es negra.

Ante esta situación, el presidente de Asemesa informó de que el sector de la aceituna va a recurrir ante la Justicia americana porque es "una amenaza para la Política Agraria Común (PAC)". Por ello, anotó que el sector de la aceituna necesita también el apoyo de la Unión Europea para que, del mismo modo, recurra esta decisión "ante el órgano que corresponda"; en este caso, la Organización Mundial del Comercio. Europa, añadió, "no puede quedarse quieta".

Se trata de una decisión avalada también por el subdirector general del grupo Dcoop, Rafael Sánchez de Puerta, quien incidió en que es "el momento de la Unión Europea, que tiene que tomar cartas en el asunto y defender el producto".

Mientras, el responsable de la comisión de Agroindustria de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Francisco Torrent, lamentó también la imposición de estos aranceles porque además de provocar la pérdida de jornales, su aplicación también se va a reflejar en el empleo directo puesto que en el caso de la aceituna de mesa "no son trabajos estacionales".

Ambos hicieron estas declaraciones tras el encuentro celebrado junto a representantes del sector en la Junta y al que acudió el delegado de Agricultura, Francisco Zurera, quien también alertó de las consecuencias que este arancel ha tenido en Córdoba en los primeros cuatro meses del año, ya que, por ejemplo, las exportaciones a Estados Unidos desde la provincia de Córdoba han descendido un 84%. Zurera indicó también que de se trata de "una situación que puede provocar en Córdoba pérdidas de hasta 40 millones de euros en los próximos cinco años, y de 80 millones de euros si la situación se prorrogara cinco años más, sin contar las pérdidas en jornales y mano de obra". El delegado de Agricultura detalló que la provincia produce entre el 10 y el 12% de la producción nacional, por lo que las pérdidas anuales en Córdoba se moverían entre los siete y los 8,4 millones anuales. A su juicio, la medida adoptada por el Gobierno de Donald Trump "es una auténtica afrenta, un atropello para el sector", al tiempo que recordó que con este arancel "sólo se penaliza a la aceituna de España".

La delegada del Gobierno de la Junta, Esther Ruiz, por su parte, incidió en la necesidad de instar ante Europa a que se recurra el arancel, del que dijo es "una mala noticia para el sector andaluz y español de la aceituna de mesa".