Medio ambiente

El alzacola rojizo, habitante de la Campiña de Córdoba, se proclama Ave del Año 2022

  • Se ha impuesto a los otros dos candidatos de SEO/BirdLife, el aguilucho cenizo y el alcaudón común

  • La especie, de la que hay unos 18.000 ejemplares, se encuentra en peligro de extinción en España

Un alzacola rojizo, apoyado en una piedra junto a una vid.

Un alzacola rojizo, apoyado en una piedra junto a una vid. / Quique Marcelo

“Ave insectívora fácil de identificar por su larga y rojiza cola, que sacude y despliega constantemente”. Así comienza la definición que SEO/BirdLife hace del alzacola rojizo, especie en peligro de extinción en España que suele aparecer durante la época reproductora en áreas de clima seco y cálido y en cultivos leñosos como el olivar y la vid, y que ha sido elegida Ave del Año 2022. Un motivo más, si cabe, para pasear por la Campiña cordobesa, donde tiene su hábitat principal un pájaro con “la costumbre de deambular por el suelo y por las zonas bajas de arbustos y matorrales”.

El alzacola rojizo, del que hay censados en torno a 18.000 ejemplares, se ha impuesto en la votación a los otros dos candidatos propuestos por la ONG dedicada a la conservación de las aves y de la naturaleza. Y lo ha hecho con relativa autoridad, acumulando casi el 38% de los votos, por el 34% logrado por el aguilucho cenizo, también con presencia en Córdoba, y el 28% del alcaudón común.

Los tres aspirantes tienen en común su inclusión en el Libro Rojo de las Aves de España, dado el “alarmante declive de su población”, y su asociación con medios agrarios, especialmente olivares y viñedos. Aspectos relacionados, dada la pérdida de este tipo de cultivos, sustituidos por otros más intensivos y de mayor rendimiento producida en los últimos tiempos, las cosechas más tempranas y el uso de plaguicidas, que llevan a este ave migratoria a buscar nuevos hábitats para su nidificación.

Con todo, según el último censo llevado a cabo por SEO/BirdLife, en España hay en torno a los 18.000 ejemplares, distribuidos principalmente entre Andalucía Occidental y Extremadura, con algunas pequeñas poblaciones en el área mediterránea (Almería, Murcia y Alicante). Córdoba, en la Campiña Sur y la Campiña Este, es el principal núcleo donde puede verse el alzacola rojizo, pues de hecho hay censados unos 3.000.

Es más, el análisis de la especie en la provincia, llevado a cabo por miembros de la Asociación de Estudios y Conservación de Fauna Harmusch y la Unidad de Investigación de Recursos Cinegéticos y Piscícolas de la UCO, recuerda que se le conoce coloquialmente como regarsa y señala las zonas de Montilla, Moriles y Aguilar de la Frontera, donde suelen coincidir cultivos de olivar y vid, como los principales núcleos donde poder avistar el reconocido como Ave del Año 2022. Con todo, este estudio también sitúa como hábitat con menor presencia, a veces casi testimonial, las localidades de Fuente Palmera, Guadalcázar, La Carlota, Monturque, Puente Genil, Fernán Núñez, La Rambla, Espejo, Castro del Río y los alrededores de la capital.

Lugares todos ellos en los que poder ver, en la época reproductora, al alzacola rojizo, el ave elegido para protagonizar la campaña anual de SEO/BirdLife, que tiene por objetivo llamar la atención sobre la delicada situación que presentan algunas de las especies de la avifauna española. "Con esta acción, ponemos el foco sobre una especie que precisa de una atención especial por su mal estado de conservación o porque simboliza la urgencia de proteger los hábitats que la acogen, y así poder reclamar a administraciones e instituciones medidas para la conservación del patrimonio natural de todos", señala la organización conservacionista.

Así, entre las acciones que llevará a cabo en este 2022 están demandar que las medidas de la nueva PAC incorporen los requisitos de esta especie, y en particular el mantenimiento y fomento de linderos y cubiertas vegetales y la reducción del uso de agroquímicos en cultivos leñosos, así como promover el apoyo y viabilidad del viñedo y el olivar tradicional de secano, o desarrollar proyectos demostrativos para poner en valor la conservación de la especie y la biodiversidad como otra herramienta para mejorar su rentabilidad, como la segunda fase del proyecto LIFE Olivares Vivos.

Además, la ONG lanzará acciones de seguimiento y monitorización de las poblaciones de alzacola rojizo en zonas clave, promoviendo nuevos estudios de sus movimientos, y sus amenazas y factores de declive; pedirá la adecuada catalogación de la especie según su nivel de amenaza, junto con el resto de las especies que requieran dicha revisión, y dará a conocer a la sociedad una especie ampliamente desconocida hasta ahora por la mayoría de la población y la importancia de su conservación y los hábitats en los que se encuentra, entre ellos la Campiña Cordobesa.

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