El Yate rescinde el contrato con la residencia Jesús Nazareno
montoro
La cooperativa denuncia "problemas y diferencias" en la gestión del centro con el Patronato
Fue en 2004 cuando la cooperativa El Yate se hizo con la gestión de la residencia de mayores Jesús Nazareno de Montoro y por un periodo de tres décadas. Sin embargo, la cooperativa ha decido rescindir el contrato de manera definitiva, una medida que llevó a efecto el 29 de diciembre y que comunicó al Patronato de la Fundación Jesús Nazareno, que preside la alcaldesa de Montoro, Ana María Romero (PSOE). La decisión llega después de que las relaciones entre la cooperativa y la fundación comenzaran a torcerse desde que Romero llegase a la Alcaldía, según informó ayer la directora general de centros de El Yate, Patrocinio Wals, quien indicó que a pesar de ello y, antes de adoptar esta medida "hemos agotado todas las vías de diálogo para llegar a un entendimiento".
Wals señaló que desde la llegada de El Yate al centro, la cooperativa se hizo cargo de una serie de trabajos de mejora para conseguir la acreditación de la residencia por parte de la Junta y siempre "ha habido una gestión transparente". Sin embargo, esta situación cambió desde que Romero ocupó la Alcaldía. Según denunció, la primera medida que se adoptó desde el patronato fue la de "cortarnos las herramientas de las altas y bajas de los trabajadores". A ello, continuó, se suma el hecho de que también "nos quitaron el acceso a las cuentas y, finalmente, se nos prohibió la entrada a las instalaciones". Wals anotó también que otra de las tareas que dejaron de prestar fueron las del suministro de la comida y de los recursos humanos. "Ellos -el patronato- nos han apartado de la gestión", denunció. A pesar de estas situaciones, la cooperativa siguió prestando su trabajo e intentó reconducir la situación. Wals indicó que para ello se llegó a convocar la comisión de seguimiento, de la que formaban parte los patronos y la cooperativa, una medida que tampoco dio los resultados esperados por parte de El Yate. Con todo ello, la cooperativa informó hace diez días de que se retiraba de la gestión de la residencia de mayores porque "no nos quedaba otra alternativa". Incidió en que durante este tiempo desde el patronato "no nos han dado ninguna explicación" sobre las medidas que iban adoptando. Wals avanzó también que van a poner el caso en manos de la Justicia y a presentar una denuncia "por incumplimiento de contrato".
Ésta es la decisión final de El Yate después de que el pasado verano el presidente de la sociedad, Miguel Peláez, se pusiera en huelga de hambre por los mismos hechos. Una situación que, incluso, llevó a más de 200 personas a manifestarse delante del Palacio de la Merced, sede de la Diputación, para demandar la recuperación de la gestión de la residencia por parte de los trabajadores y socios de El Yate.
La alcaldesa montoreña confirmó a el Día la situación y la medida adoptada por El Yate y aseguró que a pesar de la marcha de la cooperativa el funcionamiento de la residencia de mayores es "absolutamente normal". Avanzó también que la plantilla va a continuar y consideró que la cooperativa ha tomado esta decisión por "diferencias en la interpretación del contrato". Romero aseguró también que en estos meses "no hemos llegado a acuerdos", aunque no pudo concretar si ante esta situación la residencia pasará a municipalizarse.
La residencia Jesús Nazareno de Montoro dispone de 79 plazas, de las que 67 plazas son concertadas, ocho de carácter privado y cuatro de respiro familiar. La plantilla está constituida por 40 trabajadores.
También te puede interesar
Lo último