La tarde noche del sábado 27 el pueblo de Villafranca de Córdoba, junto a numerosos feligreses de pueblos cercanos y familiares desplazados a otros lugares de la geografía, vivió uno de los momentos más esperados y ansiados de los que circulan por la sangre de cualquier villafranqueño, la Traída de la Virgen de los Remedios desde su ermita hasta la Parroquia donde se celebrarán las fiestas en su honor.

Uno de los momentos más novedosos de los acontecidos en la Traída transcurrió en la ermita de las Angustias, en el cual la Virgen de los Remedios visitó a la Virgen de la Soledad. Con un gran trabajo de sincronización los porteadores de la Virgen, magistralmente dirigidos por su capataz, entraron en la ermita y pusieron a las dos vírgenes enfrente, mirándose.

La imagen de la Virgen de la Soledad esperaba este encuentro a mitad de la ermita, en cercanía, en proximidad. Durante el mágico encuentro no faltaron los ¡vivas!, el rezo del Ave María, así como el canto del himno de la Virgen de los Remedios.

Ha sido "un momento vibrante, emotivo y muy trascendental, cargado de profundos sentimientos de fe, dirigidos por una intensa devoción mariana", expresan desde la Hermandad de la Soledad, que ha querido también "agradecer a todas las personas que han hecho posible esta visita, este encuentro; tanto a la Junta Directiva de los Remedios, autoridades, porteadores y, en concreto y con más contundencia, al pueblo de Villafranca que ha sabido valorar este esfuerzo con su visita y continuas muestras de felicitación y agradecimientos". Para la hermandad, "no debemos olvidar y que sea siempre nuestra premisa, que es la Virgen María, en sus advocaciones, la que une, aglutina y en un derramamiento de magia, es capaz de hacer posible estos intensos momentos con la fe como motor".