Tradición

La Virgen de Luna vuelve a Pozoblanco tras una romería histórica

Un momento de la romería de la Virgen de Luna.

Un momento de la romería de la Virgen de Luna. / Miguel Moyano

La Virgen de Luna ha llegado a Pozoblanco en la tarde de este domingo 4 de febrero, tras un intenso día de romería en el que miles de romeros se han reunido en torno a la patrona para celebrar su llegada. Las temperaturas primaverales y el cielo despejado han sido claves para que esta fiesta se haya celebrado en el Santuario de La Jara con alegría, y que el camino de regreso a Pozoblanco, siguiendo los pasos de la virgen, haya sido una de las opciones más elegidas para los romeros.

La Romería de Traída de este año ha sido especialmente celebrada por cuantas novedades se han dado en torno a esta cita, siendo la más destacada la jura de bandera de las dos primeras mujeres que se incorporan como hermanas cofrades de pleno derecho en la Cofradía de Nuestra Señora de Luna de Pozoblanco, que con carácter militar, siempre ha estado formada por hombres. Victoria García e Inma García, junto a Pedro García, han escrito una nueva página en la larga historia de esta cofradía, un hecho que “hemos recibido con mucha alegría, porque coincide que son chicas jóvenes y es savia nueva para la cofradía y para mantener la idiosincrasia y tradición, para que siempre haya gente que la secunde. Además, ha generado muchos comentarios tanto dentro como fuera de la cofradía, pero todos en sentido positivo, porque las mujeres se han incorporado a la hermandad como en otros colectivos, donde su participación y vinculación está presente”, ha declarado al término de la eucaristía el capitán de la cofradía, Juan García. “Uno de los momentos más especiales de hoy es la alegría de recibir a tres nuevos cofrades, que además por su juventud vienen a sumarse a la lista de hermanos al servicio de nuestra Señora”, destacaba el capitán en su intervención.

Las protagonistas de este punto de inflexión para la historia de la cofradía han estado visiblemente emocionadas durante toda la jornada de romería, siendo el momento más destacado la jura de bandera. Para Victoria García, besar la bandera “ha sido cuando ya este sueño se ha hecho realidad”. Para Inma García lo más importante ha sido “el abrazo de mi padre, que también es cofrade y ha sido mi padrino, tras besar la bandera”, mientras que Pedro García ha destacado el “abrazo de los hermanos cofrades” como el momento más emotivo. Un día, el de la romería, en el que las nuevas cofrades han estado recibiendo numerosas felicitaciones de los romeros por abanderar esta entrada de la mujer a la Cofradía de Nuestra Señora de Luna de Pozoblanco.

La aprobación por parte de la Junta de Andalucía del expediente para declarar las romerías de la Virgen de Luna, celebradas tanto en Pozoblanco como en Villanueva de Córdoba, como Bien de Interés Cultural por su singularidad y para garantizar el mantenimiento de las mismas en el futuro, ha sido otro de los puntos destacados de esta jornada romera. Juan García ha trasladado el sentir de todos los hermanos como “una satisfacción y orgullo muy grandes porque se haya aceptado el expediente, aunque aún queda un proceso burocrático por delante, para ambas cofradías y localidades es una alegría, porque es un éxito más el que podemos conseguir”. El alcalde de Pozoblanco, Santiago Cabello, ha reconocido que se lleva meses trabajando en este asunto y que “esperamos que pronto sea una realidad, porque supone un hito histórico muy importante que viene a sumar y a demostrar que esta romería sigue estando muy viva y que cada año atrae a más personas”.

A esta posible declaración como BIC de las romerías se suma la Coronación de Nuestra Señora de Luna para el 2025, en una fecha aún por decidir, aunque todo indica que coincidirá con la estancia de la patrona en su santuario, entre los meses de octubre y febrero. Para celebrar como se merece este acto, desde ambas cofradías se ha iniciado una campaña de captación de donativos para todos los gastos que puedan derivarse de esta celebración. El capitán ha señalado que “es idea de las cofradías dejar constancia de todas aquellas personas, empresas e instituciones que participen”, como una señal de reconocimiento por su generosidad para engrandecer este día que será tan importante de Pozoblanco, Villanueva de Córdoba y también para Los Pedroches.

Fieles al ritual de siglos pasados, la Cofradía de la Virgen de Luna ha seguido todos los pasos y momentos claves que marca la tradición para este Domingo de Sexagésima, que marca en el calendario el día en el que Pozoblanco lleva a hombros desde el santuario de La Jara a su patrona hasta su pueblo, donde permanecerá por cuatro meses. La llamada a los cofrades en la madrugada del domingo al toque del tambor marcaba los primeros sonidos de esta fiesta en la que además del redoble del tambor y los disparos de las salvas, al bullir de los romeros en el camino y el de la bandera rozando el viendo mientras se ondea, se sumaban las canciones del Coro Romero Voces de la Sierra durante la celebración de la eucaristía en el santuario.

Durante la misa concelebrada, además de la jura de bandera de los tres nuevos cofrades, también se ha hecho entrega de la medalla de oro por los 50 años de servicio a Francisco Cardador Fernández; las medallas de plata por los 25 años a Antonio Amor Gómez, Miguel González Porcel, Manuel Javier Cebrián Dueñas; y los diplomas de jubilados a Francisco Coleto y Bartolomé Herrero.

A las tres de la tarde, como manda la tradición, la Virgen de Luna salía a hombros de una de las tres cuadrillas de porteadores que este año han sido los encargados de llevarla por el camino de la dehesa hasta Pozoblanco. Un momento muy emotivo en el que los portadores la alzan para despedirse de su santuario antes de emprender el camino, en el que ha estado acompañada por centenares de romeros. En mitad del camino, en la Cruz Venta Caída, los romeros han podido reponer fuerzas en la Despensa del Camino, donde el Ayuntamiento de Pozoblanco, a través de la Concejalía de Turismo, obsequia con un refrigerio, antes de emprender el último tramo del camino.

Un momento de la romería de la Virgen de Luna. Un momento de la romería de la Virgen de Luna.

Un momento de la romería de la Virgen de Luna. / Miguel Moyano

A la llegada al Arroyo Hondo, la entrada natural desde el santuario hasta Pozoblanco, las voces de los niños ofreciendo su hornazo con el cántico Virgen de Luna quieres mi hornazo, que si no me lo zampo ya podían escucharse, una cantinela que la acompaña también durante las calles de entrada. En el Arroyo Hondo, el capellán José María González le ha impuesto la Sagrada Imagen de los Sagrarios de Villanueva de Córdoba y Pozoblanco, tras ser recibida por las autoridades civiles y eclesiásticas, para su entrada en Pozoblanco acompañada por la Banda Sinfónica Municipal de Pozoblanco, y siguiendo el recorrido de costumbre, que en esta ocasión se ha engalanado con arcos luminosos para darle más luz durante su tránsito. La procesión de la Virgen de Luna continúa hasta el Ayuntamiento, donde es recibida por todos los concejales, mientras el alcalde de Pozoblanco le hace entrega del bastón de alcaldesa perpetua de la ciudad, para continuar con una descarga cruzada de honor.

Momento vistoso también es la ofrenda floral que el Club Hípico de Pozoblanco hace a la imagen de la Nuestra Señora de Luna, que en su procesión también ha estado seguida por las 90 carrozas romeras que han participado en la romería y que finalizan aquí su recorrido. Fuegos artificiales dan el broche final a la Romería de Traída de la Virgen de Luna, que el lunes saldrá de nuevo a la calle en procesión por las calles de Pozoblanco, tras la eucarística que se celebra en la Parroquia de Santa Catalina a las 11:00. Dos serán las nuevas paradas que la patrona realizará en su recorrido, en la residencia Hermanas Muñoz Cabrera, y el Colegio Concepcionista por la celebración de su 125 aniversario.

Novedades de la romería

La falta de agua potable también se ha dejado notar en la romería, dado que una de las cisternas que habitualmente está en Pozoblanco se ha trasladado hasta el santuario para ofrecer agua potable a los romeros que lo necesitasen. Una de las iniciativas puestas en marcha por la Concejalía de Festejos ha sido el reparto de pulseras identificativas para los menores y aquellos mayores que lo necesitasen, donde se podía escribir los datos de contactos de los familiares para poder comunicarse en el menor tiempo posible con ellos en caso de pérdida por distracción del grupo familiar.

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