La Virgen de Araceli estrena jubileo

Esperada por todos y recibida con júbilo. Así fue la llegada de la Virgen de Araceli a Lucena en la tarde de ayer, una romería de bajada con la que se dio el pistoletazo de salida al Año Jubilar Aracelitano que se celebrará hasta junio de 2013 y concedido por el Papa Benedicto XVI con motivo del 450 aniversario de la llegada de la patrona del campo andaluz a tierras lucentinas. Como cada tercer domingo de abril, la Patrona abandonó el Santuario de Aras para pasar unas semanas junto a los lucentinos.

Puntual como siempre, a las 15:00 María Santísima de Araceli salía de su santuario a hombros de una cuadrilla de santeros mandada por Antonio Moyano Roldán. La Señora de Aras iba vestida con un traje de terciopelo verde bordado en oro y la cabeza cubierta por un sombrero adornado con diversas flores, mientras que el Niño llevaba pantalón rosa y chaquetilla blanca. El templete de plata iba adornado, como en otras ocasiones, por arreglos florales de vivos colores.

Mucha gente aprovechó el buen día para subir a la Sierra y acompañar a la Patrona en su bajada, aunque, como siempre, donde la muchedumbre la esperaba era en la puerta de la Mina, a su llegada a Lucena en torno a las 19:00. Desde un rato antes, la ciudad ya era una fiesta. Caballos, tambores, lucentinos y lucentinas, turistas, autoridades civiles y religiosas, la Aracelitana mayor y la corte de honor de 2012 -así como las del 2011- esperaban ansiosos el momento. Los cánticos y alabanzas fueron continuos "¡Guapa, guapa, guapa y bonita, bonita y bonita!" "¡Viva la Virgen bendita, que todo el año nos guarda y por mayo nos visita!", gritaban los devotos emocionados .

La Aracelitana Mayor de 2011, Inmaculada Hurtado Ciudad, y su Corte de Honor, compuesta por las jóvenes Verónica Marín Sánchez, Marina Castro Cruz, Ángela López Fernández y Macarena Hurtado Ciudad dieron el testigo a Aracelitana Mayor del presente año, Blanca Escudero Ocaña y a su Corte de Honor, que está formada por Aurora López Carvajal, Araceli Gómez González, María del Carmen Paz Muñoz, Silvia Carmona Cañete, Pilar Cañete Burguillos y Alba Cañete Burguillos.

Este año, muestra de la gran importancia que supone celebrar el 450 aniversario de la llegada de María Santísima de Araceli a Lucena, la Patrona visitará varias iglesia durante su estancia en la ciudad. De hecho, anoche, cuando bajó de Aras, no realizó su recorrido hasta San Mateo como es tradición, sino a la Parroquia de Santiago, donde permanecerá hasta el miércoles, que será cuando desfile hasta el convento de las Reverendas Madres Carmelitas Descalzas, para el día 27 ser trasladada hasta San Mateo. Una vez que se celebren los días grandes de las Fiestas el 4, 5 y 6 de mayo -día en que saldrá en procesión-, está previsto celebrar otra salida extraordinaria el 20 de mayo. Luego será llevada hasta la Parroquia de la Sagrada Familia y de nuevo a San Mateo, donde permanecerá hasta el 3 de junio, cuando se celebre la romería de Subida. La Archicofradía ha organizado también para el día 20 de mayo una misa de acción de Gracias y para el día 27, día en que se conmemora el 450 aniversario, unos juegos florales en los que se recitarán versos de algunos poetas. En esa jornada, a Virgen de Araceli será trasladada hasta la parroquia de San Mateo por una cuadrilla de santeros guiada por Francisco Durnes Sabán, miembro de la junta de gobierno de la hermandad filial de Nuestra Señora de Araceli en Córdoba

El Año Jubilar lo abrió oficialmente el Obispo de la Diócesis de Córdoba, Monseñor Demetrio Fernández que ofició una misa en el Santuario de Aras la tarde del pasado sábado. El Obispo indicó en su homilía que "el Año Jubilar nos invita a la alegría" y auguró que será un año de gracia "para Lucena, para el campo andaluz y para la Diócesis de Córdoba". La música estuvo a cargo del Coro de la cofradía de Nuestra Señora de la Aurora, que interpretó la Misa en honor de Nuestra Señora de Araceli del Maestro Fernando Chicano Martínez.

Pero la Señora de Aras estrenó ayer su jubileo arropada por los miles de lucentinos que se echan a la calle para recibir a la Virgen y para rendir también un homenaje a los valientes que suben hasta el santuario, peregrinos que en el camino no cesan en sus cantos. Cuando la Virgen pasó por la Capilla de las Filipensas -sede de la Hermandad de Nazarenos del Sagrado Encuentro- abrieron las puertas para ver pasar a la Patrona. Una prueba, una más, de que la alegría se desborda porque la Virgen está ya en Lucena.