Convertidos en los protagonistas de la historia de la Navidad. Así viven estos días los vecinos de Alcaracejos, una pequeña localidad de la comarca de Los Pedroches que también ha mutado en una especie de gigante escenario donde desde ayer y hasta el lunes se representará Los coloquios de la infancia de Jesús. Se trata éste de un montaje, que se organiza cada cuatro años, y en el que participan de manera desinteresada más de 140 vecinos del municipio, que durante tres días se convierten en improvisados actores para encarnar a figuras tan importantes en la historia del Cristianismo como el rey Herodes o los mismísimos San José y la Virgen María. La obra cuenta con varios escenarios como el aposento de María, el palacio de Herodes; las posadas o el portal, donde se ve el esplendor de los Reyes Magos de Oriente. La música también está presente a lo largo de la obra con jotas del pueblo, cantos de corros antiguos, bailes de la comarca o villancicos populares. Los coloquios de la infancia de Jesús se desarrollan con motivo del Nacimiento de Jesús y la llegada de los Reyes Magos de Oriente y los que se representan son: el de Los Pastores, de los Reyes con Herodes, de Jusepe y Rebeca y la Adoración de los Reyes, que se desarrollan a lo largo de ocho escenas enlazadas mediante la música de villancicos o jotas cantada por la rondalla local.

Es la plaza principal de Alcaracejos el punto en el que se concentra toda la obra y hasta la que ayer acudieron cerca de un millar de personas para disfrutar de la representación. Los protagonistas del montaje llegan a 17, entre los que destacan los dos pastores, Rebeca y Jusepe, y el arcángel que anuncia a los pastores la llegada del Salvador.

Jusepe es, por tanto, uno de los protagonistas de este auto sacramental y este año el encargado de convertirse en este pastor, que hace las veces de narrador, es Víctor Fernández, un joven de 14 años que estudia tercero de Educación Secundaria en Pozoblanco. Natural de Alcaracejos, no es la primera vez que Fernández se sube al escenario de la plaza de Los Pedroches. Según cuenta a El Día, ha participado en dos ocasiones y en 2011 dejó bien claro al director de la obra, Miguel López, que en la próxima edición de Los coloquios de la infancia de Jesús él sería Jusepe. Y así lo ha conseguido cuatro años después. Jusepe, apunta sin reparos, "tiene uno de los papeles principales". El joven reconoce también que lo de aprenderse todo el texto "me ha costado mucho trabajo", si bien, asegura que no le ha importado mucho "porque me gustan este tipo de cosas". Eso si, confiesa que a pesar de participar después de tantos años en la obra de teatro lo de convertirse en actor en un futuro no entra dentro de sus planes.

Lo de formar parte de este auto sacramental viene de familia, ya que el padre de Jesús Fernández, José Félix Fernández, es otro de los vecinos de Alcaracejos que participa de manera voluntaria en este singular montaje, que además recoge las costumbres y expresiones cotidianas de la comarca pedrocheña. Este año, explica, interpreta el papel de San José, mientras que hace cuatro años tuvo el privilegio de encarnar al rey Herodes. Reconoce que interpretar a San José también es más que importante y, además, "tiene mejor prensa que Herodes". Trabajador del hospital de Peñarroya-Pueblonuevo, durante los últimos meses ha compaginado su empleo con los ensayos, una labor "complicada, ya que no somos actores", sostiene. Es más, asegura que "lo más complicado de todo después de aprenderse el diálogo es interpretar, saber las posturas que hay que poner y cómo mirar en el escenario".

Ésta es también la principal dificultad que encuentra al subirse al escensario Rafael Risques, otro vecino de Alcaracejos que se involucra en la representación del auto sacramental desde el principio. Fue en 1999 cuando Risques participó por primera vez en Los coloquios y lo hizo interpretando al pastor Jusepe. Sin embargo, este año es el rey Herodes, un personaje que, según cuenta, "está enfadado en todo momento y no quiere que nadie le tosa".

Los tres actores sólo tienen palabras de agradecimiento al director de la obra, de quien destacan que siempre les ayuda y les da consejos para mejorar su interpretación. Mientras tanto, Miguel López se encargó ayer desde el área de iluminación y sonido de que la obra transcurriera sin problemas, a pesar del frío. Tal y como ocurrió desde las 19:30, hora en la que Jesús volvió a nacer en Alcaracejos.