Verduras ecológicas desde el huerto a casa

Aunque la pequeña Lola no tenga la edad suficiente para cultivar un huerto, sus padres han querido que este emprendedor proyecto lleve su nombre. El huerto de Lola es la empresa que han creado en Almedinilla Miguel Jiménez y María Deltell, una pareja que con el objetivo de darle a su hija una sana alimentación decidió cultivar verduras ecológicas. Y lo que empezó como un gesto hacia su pequeña se ha convertido en un negocio. "Mi mujer y yo decidimos que queríamos alimentar a Lola de una forma sana, ya que soy agrónomo y conozco lo que hace sobre la salud los pesticidas", explica Miguel.

Miguel y María vivieron en San Francisco durante un tiempo, donde encontraron una "variedad tremenda" de productos ecológicos y tiendas que los suministraban, "algo que aquí no es tan común" cuenta Miguel. "Al volver de Estados Unidos fue cuando decidimos poder tener algo así y comenzamos con el proyecto del huerto ecológico". De este modo, en la primavera de 2013 se puso en marcha el proyecto que, posteriormente, el matrimonio decidió compartir con más gente a través de la venta online de los productos que cultivaban.

"La idea ha tenido buena acogida ya que no son alimentos muy habituales", comenta Miguel. "Principalmente jugamos con el color y la forma de las verduras". El huerto cuenta con 16 variedades de tomates, "que van desde el color verde al púrpura, y eso llama bastante la atención". "En esta cosecha, como novedad, tenemos berenjenas de color naranja traídas desde Turquía y Burkina Faso, además de una variedad blanca desde Tailandia", añade el cofundador de El huerto de Lola. Una auténtica gama de productos ecológicos a tan sólo un golpe de click.

Pero detrás de estas rarezas culinarias hay todo un proceso de investigación que los fundadores de este particular huerto llevan a cabo para adquirir los productos que posteriormente cultivan es su terreno. "Hacemos sobre todo una gran labor de investigación y búsqueda en todos los rincones del mundo a través de viajes, internet y contactos con amigos que viven en el extranjero", destaca Miguel.

Los pedidos son cuidados al detalle y preparados personalmente por María y Miguel que en ocasiones sorprenden al cliente con algún producto de temporada. "Lo más demandado en la web son las cestas con todo tipo de verdura, aunque también disponemos de algunos productos sueltos, pero normalmente el cliente prefiere variedad", explica Miguel. Las cestas pueden estar compuestas de productos específicos o algunas verduras más especiales y están disponibles en dos tamaños, cinco kilos, para dos personas aproximadamente, y la cesta de ocho, para una familia de cuatro personas. "Preparamos los pedidos el lunes y los clientes lo reciben en casa el martes, ya que hemos concertado un acuerdo con una empresa que entrega los productos en 24 horas", dice el cofundador.

Con apenas un año de vida, El huerto de Lola reparte sus productos por todo el país. Y, además de ser consumidos por particulares, Miguel y María trabajan con distintos restaurantes. "La idea no es hacernos grandes, ya que pensamos que las empresas de mayor dimensión descuidan la calidad del producto y nuestro distintivo es apostar por la calidad", subraya Miguel. "Sí que estamos pensando en abrirnos camino en el mercado del aceite de oliva ecológico, ya que actualmente trabajamos esa rama y nos gustaría seguir adelante, es un proyecto que tenemos que estudiar", asegura Miguel. Durante sus primeros dos años de vida, El huerto de Lola está inmerso en un periodo de conversión para conseguir la certificación ecológica.