Varias familias piden comprobar si la reposición de las tumbas es correcta

Algunas las familias afectadas por los daños que sufrieron unas diez tumbas en la madrugada del miércoles en el cementerio de Pozoblanco quieren comprobar que la reposición de los restos en los ataúdes se ha realizado de manera correcta y sin alteraciones. Así, varios de los afectados solicitan al juez una autorización para poder abrir los nichos y comprobar el estado en el que han quedado los restos mortales tras la profanación. El asalto se produjo el miércoles de madrugada y durante todo el día el camposanto estuvo cerrado por orden del juez. Ya por la tarde, los restos quedaron colocados. No obstante, y a la espera de que el Juzgado atienda la petición de los familiares, la Policía Judicial de la Guardia Civil continúa con la investigación para aclarar lo sucedido, si bien a última hora de ayer aún no se había producido ninguna detención por estos hechos, que han causado una gran impacto social en la ciudad. Las familias han presentado una denuncia ante la Guardia Civil tanto por los destrozos causados como por los daños morales que les supone este episodio, señalaron algunos allegados a los propios afectados.

El primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Pozoblanco, Benito García de Torres (CDeI), indicó ayer a El Día que "me sumo al dolor de las familias", a los que se ofreció a recibir para mostrarle su apoyo. García de Torres calificó lo sucedido como "una actuación deleznable, incomprensible y que no obedece a ninguna lógica, pues no se qué sentido tiene perturbar el descanso de los difuntos". Además mostró el deseo de que "se dé pronto con los autores de los hechos".

A las 09:00 de ayer, las familias afectadas fueron citadas en el Cementerio de los Dolores de Pozoblanco por las autoridades municipales y la Guardia Civil para explicarle lo ocurrido y los pasos que se están siguiendo en la investigación, puesto que no se descarta ninguna hipótesis, desde un acto vandálico a un intento de robo de joyas u otros objetos de valor, ya que las tumbas profanadas tenían varios motivos ornamentales. De hecho, en varias lápidas han desaparecido las letras de latón que indicaban el nombre y la fecha de fallecimiento de los difuntos, así como un florero y una vasija. Tras este encuentro con los familiares, se procedió a la apertura al público del camposanto, que ayer registró más visitas que en otras jornadas.

La localidad de Pozoblanco suma este suceso al asalto que sufrió durante el pasado fin de semana el colegio y la capilla de los Salesianos.