Alto Guadiato

Valsequillo vive una romería de Fátima reivindicativa

Un grupo de vecinos de Valsequillo, en romería a la ermita.

Un grupo de vecinos de Valsequillo, en romería a la ermita. / El Día

Con un excepcional tiempo primaveral, varios cientos de personas se han congregado este domingo en la finca El Torruco de Valsequillo con motivo de la romería de la Virgen de Fátima, una jornada muy esperada en el pequeño municipio cordobés que este año ha tenido un marcado carácter reivindicativo debido a la nueva cancela que impide el paso a la ermita.

El portón, no obstante, se ha mantenido abierto este domingo y los vecinos han podido acceder sin problemas; también se ha permitido el acceso en los días previos para los preparativos de la romería, ha explicado la alcaldesa, María Jesús García (PSOE).

La primera edil, no obstante, ha recordado que el caso se ha puesto en manos de los servicios jurídicos del Obispado y de la Diputación de Córdoba, ya que el requerimiento de los vecinos es que el templo, construido por el municipio, sea siempre accesible, como hasta el pasado 15 de abril, cuando el terreno amaneció con una cancela. 

El inmueble se construyó entre 1953 y 1955, con aportaciones voluntarias de los vecinos y con ayudas económicas en la finca El Torruco, entonces propiedad de Venancio Cano y de su esposa, Pilar Camacho, en terrenos que cedieron "generosamente" para el emplazamiento de la ermita, según consta en el acuerdo que el Ayuntamiento ha recuperado estos días. En su testamento, además, Pilar Camacho dispuso que se dejasen en erial cinco fanegas en torno a la ermita "de expansión a los devotos que la visiten".

En el segundo domingo de mayo, los vecinos caminan en romería hasta la ermita portando a la Virgen de Fátima, que se queda en su pequeña casa hasta el Domingo de Resurrección del próximo año, cuando los devotos la llevan de regreso al municipio. Durante este tiempo, no obstante, acuden habitualmente a visitarla, que es lo que ahora no podrán hacer por el cierre de la cancela.

En los troncos de los chaparros, los valsequillenses han colgado este domingo carteles reivindicativos, aunque ha reinado el ambiente festivo y de buena vecindad. Los más pequeños disfrutan de atracciones infantiles y las mesas se han llenado de comida. No faltan los embutidos de la tierra, las carnes a la brasa y, de postre, los dulces típicos, como pestiños, flores y roscas de fideos.

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