Valderas defiende que la futura Ley de Memoria saldará "viejas deudas"
El vicepresidente de la Junta asiste a la señalización del cortijo Mojapiés como Lugar de Memoria
El vicepresidente de la Junta de Andalucía y consejero de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas, destacó ayer que la futura Ley de Memoria Democrática de Andalucía "vendrá a saldar viejas deudas y a permitir verdades nuevas". Valderas, junto al director general de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, Luis Naranjo, participaron ayer en el acto de señalización como Lugar de Memoria del cortijo Mojapiés en Montoro, junto al monolito levantado en 2008 por el Ayuntamiento. En este punto fueron abatidos los guerrilleros de Bujalance conocidos como los hermanos Jubiles o Juiles.
Valderas reconoció la lucha guerrillera durante un recorrido por los parajes en los que transcurrió una parte de la vida de Sebastián, Francisco y Juan Rodríguez Muñoz, los hermanos Juiles, vecinos de Bujalance, maquis de Sierra Morena, que "aguantaron y lucharon contra los golpistas fascistas desde el comienzo de la Guerra Civil hasta 1944".
"Con estos actos se pretende sacar del olvido tantas heroicidades ocultadas, poner en valor la lucha antifascista y reconocer a los que hicieron posible mantener el espíritu de la República, que aún persiste", añadió. El director general de Memoria Histórica de la Junta, Luis Gabriel Naranjo, destacó que "esta celebración la tenemos que tomar como una victoria". "Es una memoria sobre el olvido, nuestra victoria es contar la verdad", dijo. Y añadió: "Esto fue un lugar de no memoria. Hay que traer a los escolares y a los jóvenes a este lugar para que se convierta en una plaza pública".
El acto, organizado por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Bujalance Germinal y con el apoyo de la agrupación local de IU de Montoro, contó con las intervenciones de la alcaldesa de Bujalance, Elena Alba (PA), y de diferentes portavoces del Consistorio bujalanceño en las que se reconoció el trabajo de la asociación. El historiador Francisco Moreno, con tres libros publicado sobre los Juiles, esbozó la circunstancias anteriores al asedio y muerte de los guerrilleros allí homenajeados.
En marzo de 1939, los Juiles deciden irse al monte. "Ni nos entregamos ni nos vamos de España", le dijeron al comisario de la Agrupación de Artillería, Carlos Menéndez. Ahí empieza su odisea por las sierras de Córdoba y Jaén, que termina el 6 de enero de 1944 en el cortijo de Mojapiés. Para sobrevivir se apoyaron en gran cantidad de personas (de izquierdas en su mayoría) que les sirvieron de enlaces y proporcionaban alojamientos.
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