La localidad de Moriles celebrará el próximo 25 de noviembre, domingo, la VIII edición de la Fiesta del Vino Nuevo, un encuentro en el que se darán cita los bodegueros de la localidad para ofrecer el primer vino procedente de la recolección del año. El consejero de Turismo y Deporte, Francisco Javier Fernández, consideró ayer esta cita como "un ejemplo de la autenticidad de Andalucía como destino enogastronómico".
Fernández resaltó la "singularidad" de la producción vinícola de la zona, que certifica productos mundialmente conocidos, un aspecto que, según dijo, supone "una ventaja competitiva porque el nombre de Moriles es ya un referente". En este sentido, apuntó su potencial de desarrollo turístico y apostó por aprovechar este patrimonio para crear "un producto diferenciador" y vinculado a la enogastronomía local.
El consejero valoró que en Moriles ya se "está creando un producto" que evoluciona desde la actividad que tradicionalmente ha sustentado la economía local, como es la producción de vinos, hacia las "nuevas oportunidades" que ofrece el enoturismo, por lo que subrayó la labor desarrollada por el Ayuntamiento para incorporar a los bodegueros y empresarios a esta "fórmula de éxito".
Francisco Javier Fernández incidió en la importancia para Andalucía de este tipo de oferta de interior, que "no tiene que presentarse como una oposición a la costa, sino como un complemento para seguir creciendo de una forma sostenible", al tiempo que señaló su potencial de evolución en el futuro porque "responde a los nuevos gustos de la demanda, que quiere conocer lo que es auténtico en un destino".
Precisamente, apuntó que el segmento gastronómico constituye uno de los principales reclamos de la oferta Andalucía y motiva cada año la llegada a la región de 650.000 visitantes. Además, la restauración es el gasto que acapara la mayor parte del presupuesto del turista en el destino, con cerca del 40%. En las encuestas de satisfacción, los viajeros le otorgan a la gastronomía andaluza una valoración de 8,2 puntos sobre 10.
Por su parte, la alcaldesa de Moriles, Francisca Carmona (PSOE), destacó como principales señas de la identidad y de la singularidad del municipio toda la actividad vinculada al mundo del vino y la Semana Santa, dos elementos que son un reclamo por su atractivo turístico y que están contribuyendo a la diversificación económica de la localidad y a la generación de riqueza y empleo. Durante su estancia en Moriles, el consejero también visitó el Centro de la Cultura del Vino del municipio.
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