UPA estima que Córdoba perderá 150 millones si se aprueba la nueva PAC

El campo cordobés podría perder 150 millones de euros anualmente con la reforma de la Política Agraria Común (PAC), según manifestó ayer Miguel Cobos, secretario provincial de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA). La nueva política ideada por la Unión Europea podría causar que Córdoba perdiera en torno a un 35 y un 50% de las ayudas que recibe actualmente, cifradas en unos 350 millones de euros, añadió. Esto supondrá "un desastre para el olivar, para el regadío, para la Campiña, la Subbética, el Guadajoz y Los Pedroches por su dehesa y la ganadería". Por eso, "el miedo que tenemos desde Córdoba y Andalucía es que no sigan llegando los dos mil millones de euros que llegan actualmente a la comunidad autónoma", expresó Cobos, que ayer participó en una rueda de prensa junto a Agustín Rodríguez, secretario general de UPA Andalucía.

Además desde UPA temen que haya un trasvase de recursos "de la agricultura productiva a otro tipo de agricultura, la de sofá o la de salón". Por eso, Cobos incidió en que hay que trasladar a Europa "que Andalucía no está dispuesta a perder ni un euro de recursos de agricultura productiva hacia otro tipo de agricultura" porque "lo que mantiene a los pueblos y la riqueza en el medio rural es el olivar, el regadío, la ganadería asociada a la dehesa o los cítricos".

En definitiva, el secretario provincial de COAG apuntó que "tenemos que velar por la agricultura productiva y no estamos dispuestos a que haya un trasvase de recursos". Para defender esto y expresar su malestar plantean movilizaciones en los próximos meses, para lo que contactarán con las demás organizaciones agrarias - la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG)- porque "la idea que tienen es prácticamente la misma que tenemos nosotros".

También quieren denunciar que la UE se ha "olvidado" de la regulación de los mercados, y "teníamos expectativas en que el precio se regulase y se hiciese alguna excepción en el tema de la competencia en el sector agrario y pudiésemos fijar unos precios, al menos en tiempos de crisis, ligados a los costes de producción". Porque "la gran distribución sigue abusando del poder que tiene y desde la UE no se hace nada".