Los Pedroches

Torrecampo se moviliza contra el cierre de una sucursal bancaria

  • La clausura está prevista para el día 10 y los vecinos anuncian que continuarán con las protestas

Un momento de la manifestación a las puertas de la sucursal de la caja.

Un momento de la manifestación a las puertas de la sucursal de la caja. / Sánchez Ruiz

Centenares de vecinos de Torrecampo se manifestaron en la mañana del 3 de enero en contra del cierre de una oficina bancaria en la localidad, previsto para el próximo 10 de enero. Con el lema No al cierre de Caja Rural. Torrecampo Vivo y al grito de “No al cierre”, la alcaldesa de Torrecampo, Francisca Alamillo, sostenía la pancarta que abría la manifestación, acompañada por ediles de la Corporación, del diputado provincial de Cohesión Territorial y alcalde de la también localidad pedrochena de El Viso, Juan Díaz, y de un grupo de vecinos.

El recorrido de la protesta concluyó a las puertas de la oficina de la entidad bancaria, donde tras la lectura de un manifiesto por parte de la primera edil, se colgó la pancarta en la misma fachada de la misma. Francisca Alamillo recordó en el manifiesto que los clientes de la entidad habían conocido mediante una carta la intención de cerrar la entidad en Torrecampo, prevista en un principio para el 31 de diciembre, “una entidad donde los vecinos han confiado sus ahorros y donde realizan sus gestiones y transacciones bancarias de forma diaria”.

Según continuaba el comunicado “este acto supone un efecto traumático más allá de los servicios bancarios, ya que afecta a una población envejecida que tendrá que desplazarse 10 kilómetros hasta Pedroche para realizar las gestiones”, “un despropósito no solo por la dificultad en los traslados, sino también por la falta de confianza que para las personas mayores supone el realizar gestiones sin presencia física”, continuaba el comunicado leído por la regidora.

La alcaldesa también se refirió en el mismo a la comprensión de que una entidad privada se rige por criterios comerciales y de interés público, “algo que no debería ser así por tratarse de una entidad cooperativa dirigida a un público rural, por lo que debería mostrarse más sensible”. En las peticiones del comunicado se hacía referencia no sólo al golpe económico, sino también al varapalo moral que supone el cierre de la oficina para Torrecampo, además de pedir “cuántos servicios mínimos sean posibles, como la apertura en horario reducido o determinados días de la semana, además de mantener el cajero automático operativo”.

Francisca Alamillo reconoció tras la manifestación, que “al menos con la reivindicación de la ciudadanía de Torrecampo se ha conseguido retrasar el cierre hasta el próximo 10 de enero, y parece que la entidad está valorando la apertura en días concretos, así como mantener el cajero automático”. A pesar de esta reconsideración, los ciudadanos anunciaron nuevas movilizaciones en los próximos días para evitar una medida que supone “la punta del iceberg a la pérdida de servicios básicos para la población”, aseguró el concejal del Partido Popular en Torrecampo, Francisco Carlos del Castillo.

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