Después de varios meses de santos mustios y patrones tristes y silenciosos, san Isidro, el santo campesino, ha traído este sábado algo de alegría a los campos de la provincia de Córdoba. Es cierto que aún queda mucho para recuperar la normalidad anterior a la pandemia, pero puede considerarse a san Isidro el primero del santoral en probar el desconfinamiento, y el resultado ha sido un álbum fotográfico a color y con alegría que ha servido, sobre todo, para recuperar la confianza en el futuro.

Así que puede decirse que los festejos, en proceso de desescalada, han puesto a san Isidro a la vanguardia. Bien es cierto que ha habido muchas localidades que han optado por cancelar cualquier actividad –en Fuente-Tójar, por ejemplo, los danzantes, con sus sombreros de flores, se quedaron sin salir por segundo año consectutivo–, pero en algunos municipios se han atrevido a festejar a este santo que, cuenta la tradición, multiplicaba el trigo que ofrecía a las palomas hambrientas en el Madrid del siglo XI mientras sus bueyes araban solos.

En San Sebastián de los Ballesteros han sido los más valientes y han celebrado lo más parecido a una romería que se ha visto en la provincia de Córdoba en los últimos meses, eso sí, “aplicando todas las medidas sanitarias vigentes”, como ha destacado el alcalde eballense, Francisco Javier Maestre.

La jornada ha empezado temprano, a las 08:00, con la diana a cargo del tamborilero Alejandro Rodríguez, y una hora más tarde tenía lugar la exposición del santo en la plaza del Fuero, con la obligatoria rosca de pan colgada al brazo, como mandan los cánones. A las 10:00, ya con el sol pegando fuerte, empezó la camina hasta la ermita de la Alameda, con la preceptiva parada en la Cooperativa Olivarera para disfrutar de un desayuno. A mediodía, se celebraba la eucaristía.

A unos kilómetros, en Santaella, la parroquia de la Asunción, la catedral de la Campiña cordobesa, ha centrado aquí los festejos. San Isidro, alzado a un pequeño paso, ha sido portado por cuatro fieles a la calle para su veneración. Un ramillete de espigas en su brazo advertía de que llega el momento de la siega.

En Villa del Río, el recinto de San Isidro ha acogido un acto de recuerdo a las víctimas y familiares de la pandemia de coronavirus, con un respetuoso y cariñoso minuto de silencio. Además, se ha expresado un sentido recuerdo a todas las personas que “lo han dado todo por salvaguardar la salud y el orden durante este dificilísimo periodo de pandemia por el covid-19, así como a todos los colectivos que altruistamente trabajan sin descanso por los más vulnerables”, como ha resaltado el alcalde villarrense, Emilio Monterroso.

Y Torrecampo ha recuperado el tradicional concurso de muñecas, con una veintena de participantes. La quema tendrá lugar a las 22:00 de este sábado y el fuego, previsiblemente, se llevará también los malos recuerdos de los torrecampeños de los últimos meses.