San Bartolomé recupera la primitiva imagen de la Virgen de las Angustias

La iglesia de San Bartolomé de la localidad de Baena acoge ya entre sus gruesos muros la primitiva imagen de Nuestra Señora de las Angustias desaparecida en el terrible incendio que este templo sufrió el 22 de julio del año 1936 en el arranque de la Guerra Civil y que destruyó por completo todo lo que había en ella, llegando incluso a fallecer el párroco de la época, tal y como recordó ayer su actual sacerdote, Manuel Cuenca.

La iglesia acogió ayer la celebración de una misa en la que tuvo lugar la presentación de la Virgen ante el pueblo de Baena y un posterior besamanos a la imagen. El sacerdote recordó que "milagrosamente, a pesar del gran incendio, la imagen no sufrió grandes daños en la cara y en las manos, lo que ha permitido que la Virgen haya podido regresar a la casa de la que fue echada y profanada hace casi ochenta años".

La recuperada imagen pertenece a la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias "Centuria Romana de la Ciudad de Baena",que fue fundada en el año 1922 y se integró en la cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Santo Cristo del Calvario y Soledad de María Santísima, haciéndose cargo de la primitiva imagen de Nuestra Señora de las Angustias que se encontraba en la parroquia de San Bartolomé, una gran talla de la escuela granadina del siglo XVII que aparece en los inventarios de la iglesia de San Pedro en 1780. Tras el incendio, la hermandad encargó una nueva imagen, la actual, obra del escultor granadino Navas Parejo y del año 1940.

La ciudad de Baena vivió ayer una emotiva tarde. San Bartolomé se quedó pequeña para acoger a tantos devotos de esta imagen que a partir de ahora podrán visitarla en el templo del que "nunca debió salir" -como se dice popularmente- y donde aparecía en el altar mayor de la iglesia donde se hallaba durante todo el año, hasta que el Jueves Santo era trasladada a la iglesia de Guadalupe para participar en la procesión del Santo Entierro.

La Centuria Romana de las Angustias aportó más carga emocional si cabe, acompañando a la Virgen con sus sentidas marchas. El hermano mayor de la hermandad, Jesús Alba Serrano, mostró su satisfacción por haber podido recuperar esta imagen que durante muchos años permaneció perdida. Ya restaurada, la hermandad cuenta con las dos tallas, ambas de gran belleza y solemnidad.