En el ombligo de Andalucía, en la Subbética cordobesa, se ha podido revistar el pasado fin de semana y se puede revisitar el próximo el pasado íberorromano de Andalucía, y viajar a una época histórica en la que dos civilizaciones chocaron y una impuso un estilo de vida que, 2.000 años después, aun perdura.

Es parte del encanto de Festum, las jornadas íberorromanas de Almedinilla, un pequeño municipio que cuenta con dos bienes de interés cultural en su territorio, y que constituyen una muestra bien conservada del pasado histórico de la zona, el poblado íbero de El Cerro de La Cruz y la villa romana de El Ruedo.

Dos puntos calientes e históricos de vida en la zona, según explica la técnico de Turismo de Almedinilla, Paqui Ruiz, quien detalla que las jornadas son uno de los momentos más importantes del año en la localidad, que acoge entre el 9 y el 19 de agosto a miles de visitantes, que podrán viajar al pasado gracias al concurso de todos los vecinos.

Este año, cuando las jornadas cumplen 11 ediciones, se ha ampliado la posibilidad de asistir a la recreación, que se hará durante dos fines de semana seguidos, y que muestra la vida en la villa de El Ruedo, un asentamiento romano durante los siglos I al VII rico en muros, suelos, mosaicos, pavimentos y pinturas de la época muy bien conservados.

Una villa en la que se distinguen claramente dos zonas, la Pars Urbana, que corresponde con la residencia de los propietarios, con toda clase de lujos, y la zona productiva Pars Rústica destinada a dependencias agrícolas, y que cobran vida ante la mirada de miles de personas.

"Ha cambiado la tecnología, pero hace 2.000 años quienes vivían aquí tenían agua corriente en la casa. Nosotros hace 50 o 60 años no la teníamos. Ellos tenían su suelo radiante, esta calefacción que está tan de moda y que parece que la hemos inventado ahora, hace dos mil años los romanos la usaban con otra técnica", explica Ruiz sobre los antepasados romanos de la localidad de Almedinilla.

La undécima edición de esta cita estival está dedicada al emperador romano Adriano, el hispano que fue ejerció ese cargo entre los años 117 y 138 de nuestra era, y que protagoniza el curso de arqueología que imparte la Universidad Pablo de Olavide en el municipio, una muestra de lo que pretenden con Festum, conjugar la vertiente histórica y lúdica. Porque distracciones no faltan estos días en este municipio de la Subbética, con pasacalles como Las Huellas del Tiempo, a cargo del Grupo de teatro corporal Somnus y Sennsa Teatro; la recreación de un campamento militar; espectáculos con gladiadores; o un banquete romano en el participan un centenar de personas, entre otras actividades lúdicas. "Esto va creciendo, las jornadas se van consolidando tras once ediciones, y cada edición se va notando que hay más actividades y que cada actividad tiene un peso importante", señala Paqui Ruiz, que añade que Festum se inició para reforzar el turismo en agosto y se ha consolidado como una oferta cultural e histórica para toda la familia.

La técnico de turismo reconoce que para ello se ha beneficiado de la reivindicación del pasado romano en Córdoba capital y provincia.

"Es que en Córdoba capital hay yacimientos bastante importantes de la época romana. La Córdoba romana fue muy importante", remarca Paqui Ruiz, quien sostiene que estas jornadas han servido también para acercar la cultura a la gente del pueblo, cuyo concurso es vital para llevar a cabo Festum.

Unos vecinos que hoy saben mucho más sobre su pasado gracias a estas jornadas, en las que se explica de forma divertida cómo se vivía en un enclave en el que se han asentado numerosas civilizaciones desde el siglo II antes de Cristo.