La Puerta de Aguilar de Montilla, una de las principales vías comerciales del municipio, cambia de piel. Tras varios meses de obras, los trabajos de remodelación integral de la calle encaran su recta final y la previsión es que estén totalmente terminados a finales de este mes, según ha avanzado el alcalde, Rafael Llamas (PSOE).

El resultado de la intervención, no obstante, es ya evidente. Gran parte de la calle luce libre de máquinas y herramientas e, incluso, durante la Navidad hubo la oportunidad de probar el nuevo mobiliario urbano recién instalado, que incluye bancos, papeleras y maceteros de corte contemporáneo, acorde a una pavimentación a un único nivel que ha eliminado por completo las barreras arquitectónicas.

El principal cambio, no obstante, se encuentra ante el Ayuntamiento, pues la eliminación de las plazas de aparcamiento de los vehículos oficiales ha permitido configurar un nuevo espacio urbano de gran amplitud, a la manera de una plaza, que en los días de Navidad, sin tráfico, ha sido tomado por los peatones.

Como ha señalado el alcalde, este era, de hecho, uno de los principales objetivos de la remodelación del entorno: eliminar el carácter de paso que siempre ha tenido esta vía y crear una configuración en la que el protagonista sea el peatón y los numerosos comercios y edificios de servicios que ocupan la gran mayoría de los números de ambas aceras, con farmacias, zapaterías, tiendas de ropa, agencias de viaje o administraciones de lotería.

Haber eliminado los espacios de aparcamiento de los coches oficiales ante el Ayuntamiento también ha permitido redescubrir la monumentalidad de la casa consistorial y del anexo salón municipal de San Juan de Dios, que anteriormente quedaban tapados por el tráfico. El conjunto, un antiguo convento-hospital cuyo origen se remonta a 1601, aparece en uno de los pasajes de El coloquio de los perros de Miguel de Cervantes, como refleja un azulejo conmemorativo en el edificio.

Operarios dan los últimos retoques.

El primer edil ha anunciado que en este entorno pronto se descubrirá un “elemento importante” de ornamentación, que quedará instalado de la mano de una fundación con sede en la localidad, y que realzará aún más este nuevo espacio público.

Un camino de vicisitudes

Aunque a punto de finalizar la primera fase, la obra de la calle Puerta de Aguilar no ha estado exenta de polémica. En primer lugar, por la supresión de 43 plazas de aparcamiento que el comercio consideraba fundamentales para mantener la afluencia de clientes procedentes de otros municipios de la comarca. El Ayuntamiento, para contrarrestar esta pérdida, ha habilitado un nuevo aparcamiento en la calle Majuelos, a escasos metros de la Puerta de Aguilar, con un total de 75 plazas. Aunque gratuitas en un primer momento, el Pleno ya ha aprobado que pasen a ser de pago y serán gestionadas por Eyssa, la empresa concesionaria de los parkings públicos y de la zona azul.

Y, en segundo término, ha habido polémica por las dificultades estructurales que aparecieron en agosto cuando los operarios empezaron los trabajos y que llevaron a replanter todo el plan. Según el informe técnico, la modificación se debió, por un lado, a que la calzada en toda su anchura se encontraba en muy mal estado de conservación, con socavones bajo el firme de hormigón provocados por el deficiente estado de la red de alcantarillado, con el consiguiente peligro de hundimiento.

Y, por otro lado, se detectó la existencia de instalaciones de telefonía soterradas que no fueron captadas durante la redacción del proyecto conforme a lo proporcionado por la base de datos Inkolan, gestora de la información digital de infraestructuras de agua, gas, electricidad y telecomunicaciones, entre ellas la existencia de tres cámaras subterráneas.

Todo esto llevó a ajustar el presupuesto y a acortar el tramo de actuación, que arrancó a la altura de San Juan de Dios y finalmente ha llegado hasta la calle Palomar.

Tramo pendiente hacia la avenida de Andalucía.

Quedan, por tanto, dos pequeños tramos pendientes: el que llega hasta la Corredera, pasando por la calle Ballén, y el que conecta con la avenida de Andalucía, una de las zonas de terrazas más frecuentadas en la ciudad de la Campiña Sur. El alcalde ha explicado que el Ayuntamiento busca fórmulas para financiar estos tramos, con la intención de que las obras puedan acometerse antes de que finalice el mandato. Entre las opciones estudiadas se encuentran los fondos europeos Next Generation, ya que la intervención sería acorde a sus objetivos por tener la finalidad de reducir el tráfico y ganar espacio para el peatón.

“El objetivo que nos marcamos con la remodelación de la Puerta de Aguilar se está consiguiendo. Queríamos crear un nuevo espacio de convivencia y durante la Navidad se ha visto que ha funcionado”, ha valorado el alcalde montillano. Aunque, cuando las obras finalicen, los coches regresarán y habrá que buscar una fórmula de convivencia. La reforma integral ha supuesto una inversión de 1,4 millones de euros.