Las concentraciones ciudadanas convocadas en la noche de este miércoles por la Plataforma Ciudadana Unidos por el Agua a las puertas de los ayuntamientos de Los Pedroches y el Alto Guadiato han venido a recordar que justo se cumple un año, 365 días, sin agua potable en los grifos de los 80.000 habitantes de ambas comarcas.

Bajo el lema de Nunca más, miembros de la plataforma han leído en cada concentración el manifiesto por el que dejan claro que ha sido la naturaleza la que ha permitido que el embalse de Sierra Boyera vuelva a estar al 75% de su capacidad y en disponibilidad de suministrar agua para los próximos años.

Este mensaje viene a recalcar, una vez más, la "falta de diálogo y compromiso" de las administraciones tanto locales, comarcales, provinciales, regionales y estatales para dar solución a un problema que ha padecido la población durante este último año. Por ello, los ciudadanos han vuelto a incidir en la necesidad de aunar esfuerzos para que esta situación no se vuelva a producir en el futuro, ya que según ha expuesto uno de los miembros de la plataforma en la concentración de Pozoblanco, Paco Escribano, el período de sequías se produce cada seis años aproximadamente.

La falta de previsión que ha llevado a estar un año sin agua potable es la que ahora denuncia la Plataforma Ciudadana, que solicita a través de su manifiesto “inversiones para llevar a cabo todas las acciones y trabajos necesarios independientemente de su coste económico, pedir la interconexión de los embalses de nuestro territorio por derecho, con todas las garantías de salubridad”.

Respecto al agua que queda embalsada en La Colada, “nos oponemos rotundamente a la posibilidad de mezclar agua en el estado en el que está y exigimos medidas para prevenir la contaminación de este embalse”, por lo que se sigue insistiendo en la necesidad de crear una potabilizadora en la que se emplee la tecnología que permita tratar el actual agua de La Colada, una actuación olvidada por las administraciones, así como la adecuación de las depuradoras de aguas residuales, construcción de tanques de tormenta y separación pluvial tan necesarias para que la contaminación no siga llegando a los embalses.

Además de estas cuestiones de carácter técnico, también se solicita la creación de la Mesa del Agua, donde estén presentes todas y cada una de las administraciones, agentes socioeconómicos y población civil, en la que se implementen las medidas necesarias para no incurrir de nuevo en este drama, buscando siempre la sostenibilidad del entorno rural a todos los niveles.

Han incidido, igualmente, en la transparencia en la gestión y propuestas que se realicen.

Todas estas medidas se incluyen en una moción que el colectivo confía en que los ayuntamientos hagan suya: "Nos lo deben después de haber pasado por esta triste experiencia. Para ello les pedimos que se unan, dialoguen y consensuen las medidas necesarias. Es un motivo de justicia social, compromiso y deber con sus pueblos y con su comarca”. Concluye el manifiesto abogando por la “unidad, transparencia y diálogo, porque el agua no tiene color”.