El parque Enrique Tierno Galván de Montilla, conocido popularmente como la Pradera, será sometido a una reforma integral que tendrá como resultado la transformación total de este pulmón verde del municipio, muy frecuentado para la celebración de cumpleaños y para pasear. El ambicioso plan de obras supondrá una inversión global de 791.068 euros, incluidos en el programa Imagina Montilla que el Ayuntamiento financia con fodos europeos; el proyecto se encuentra ya en licitación en la plataforma de contratración pública. 

Según consta en la memoria del proyecto, a la que ha tenido acceso El Día, las actuaciones generales en todo el parque comprenden la dotación de más y mejor iluminación; la renovación del circuito peatonal perimetral, con un nuevo pavimento más integrado con el entorno natural, y la formación de nuevos senderos de conexión. 

Dentro del recinto, además, se construirán diversas zonas "claramente diferenciadas", algunas de ellas muy llamativas y orientadas claramente al ocio familiar. De entre todas ellas, llama la atención una "zona de aventura y emoción" mediante la construcción de una tirolina doble con una longitud total de 40 metros. Coincidiendo con el área más arbolada, se instalará asimismo una gymkana del bosque, con juegos en altura.

La nueva Pradera incluirá muchos más elementos. Habrá un parque biosaludable, zona de calistenia, una nueva pista de skate board más amplia que la actual, juegos de construcción, dos merenderos, un circuito de pumptrack y un juego infantil "de grandes dimensiones" con forma de garza y juncos.

El parque Enrique Tierno Galván está situado en la salida norte de la localidad, junto a la avenida de Europa y el pago de El Carrerón, próximo al antiguo trazado de la travesía de la N-432. Su diseño actual obede al proyecto que ganó el concurso de ideas convocado al efecto para su creación, redactado por el arquitecto Carlos Cobos. Diferenciaba un paseo rectilíneo central con diversas áreas de estancia y una senda sinuosa que penetraba en una gran arboleda. Se construyó igualmente un monumento a Enrique Tierno Galbán, una fuente con acequia, un merendero flotante y un vivero, infraestructuras que actualmente se encuentran en un deficiente estado de conservación.

El origen del jardín, según recuerda la memoria del nuevo proyecto, guarda relación con la concepción del jardín renacentista que aparece en el siglo XV, organizado alrededor de un eje longitudinal con parterres simétricos a ambos lados y árboles de grandes dimensiones. Por otra parte, contiene reminiscencias del jardín paisajista inglés que surge a finales del siglo XVIII, que se caracteriza por entrar en contacto con la naturaleza más agreste. Abundan el pino carrasco y el eucalipto.