Vega del Guadalquivir

Palma del Río vive de la naranja gestionando solo el 50% de su producción

  • La naranja dulce es el motor de la economía de esta localidad de la Vega del Guadalquivir

Empresas de naranja en Palma del Río.

Empresas de naranja en Palma del Río. / EFE

Palma del Río ha convertido la naranja dulce en el motor de su economía con la gestión de sólo la mitad de la producción que se alcanza en su área de influencia, mientras que el resto se comercializa a través de otras zonas de España, fundamentalmente la Comunidad Valenciana.

En este municipio cordobés de la Vega del Guadalquivir, con 20.910 habitantes y lindero con la provincia de Sevilla, “quien no trabaja en ello, también vive de la naranja”, asegura Elena Quiles, vicepresidenta de la Asociación de Empresarios EMPA, que no duda de que se trata del "motor económico tanto directa como indirectamente" del municipio, ya que en muchas familias una parte se dedica a una actividad y la otra al cítrico.

Así lo piensa también la alcaldesa palmeña, Esperanza Caro de la Barrera (PSOE), que destaca que "supone más del 50% de la población activa" y que se trata de una mano de obra "mayoritariamente femenina".

Además, subraya la edil, "es identidad cultural, historia, nuestro pasado, pero, sobre todo, es nuestro presente y va a ser también nuestro futuro porque estamos en un proceso de desarrollo agroindustrial y es una de las líneas de trabajo de la economía del Valle del Guadalquivir, lógicamente junto con otros sectores, como el turismo y la energía renovable".

Ello pese a que "todavía un 50% de la producción sale, no se normaliza y comercializa aquí, es muy alto todavía, aunque antes era muchísimo más", reconoce Juan Martínez, vicepresidente de la Asociación Profesional Citrícola Palmanaranja y consejero delegado de Guadex.

Eso no quita que Palma sea "un punto muy importante porque en el Valle del Guadalquivir están concentradas muchas empresas fuertes del sector".

De todas formas, en su opinión, sigue siendo "una parte importante la naranja que se marcha de la zona", aunque "sí que es verdad que se ha ido desarrollando esa industria de normalización y comercialización", lo que no impide la pérdida del valor añadido de la parte que se marcha.

El aforo de producción de naranja dulce en la campaña 2021/2022 calculado por la Junta de Andalucía es de 1.692.631 toneladas, lo que vendrá a suponer el 48,2% del total nacional. Sevilla, con 819.342 toneladas, supera por sí sola el 48% de la producción andaluza, que sumado a Córdoba, con 354.251 (20,93%), y Huelva, con 271.682 (16,05%), alcanzan el 85,39% en la comunidad.

La mayoría de lo que se normaliza en Palma del Río, el 70%, se exporta, precisa Martínez, mientras que el resto, la que no es apta para ese mercado, queda para zumo.

El gerente del Grupo de Desarrollo Rural Medio Guadalquivir, Jesús Orcaray, precisa  que "la exportación hace que se sea muy vulnerable al nivel de mercado por las complicaciones propias de la concentración de la demanda" que se produce principalmente en Europa, Latinoamérica, Canadá, Asia y Golfo Pérsico.

Para el responsable de Palmanaranja, cuyos nueve socios de Córdoba y Sevilla gestionan más del 17% de la producción de ambas provincias, en todo caso, "lo que es importante es que las empresas que estamos aquí producimos, normalizamos y comercializamos, eso genera un empleo muy importante".

De hecho, "desde últimos de septiembre hasta junio se está haciendo cíclico, se han abierto variedades nuevas y con más zonas de plantación y lo que antes eran cinco meses de cítrico ya son nueve meses", además, enfatiza, de "un empleo estable".

Según datos de Palmanaranja, el impacto en el empleo equivale a 160.300 jornales en campo y 113.000 jornales en almacén.

Antes, recuerda el también consejero delegado de Guadex, empresa que comenzó en 1988 para dedicarse al espárrago pero que pronto amplió a los cítricos, "la producción estaba concentrada en las orillas de los ríos, en una zona muy específica, y hoy día se plantan desde las paredes de las sierra a las vegas y digamos que ya se ha hecho genérico".

Desde hace diez años, durante marzo y abril, el Ayuntamiento de Palma del Río, el Grupo de Desarrollo Rural Medio Guadalquivir y las asociaciones Palmanaranja, EMPA, Palmaecológica y Disoñamos promocionan la naranja de la Vega del Guadalquivir con una serie de actividades.

Una iniciativa que esta edición, expone Elena Quiles, ha supuesto la distribución de 40.000 kilos de naranja en zumo en los establecimientos de hostelería, además de la organización de desayunos con la fruta y visitas a pagos de huerta con degustaciones de productos con naranja.

Aún así, para aminorar ese 50% que aún sale de la zona "falta unión en la producción, que todos los productores nos hagamos más fuerte en ese sentido", reconoce Juan Martínez, porque, de lo contrario, "abre la puerta a que vengan de otra zonas a llevarse el producto y no se quede el valor añadido en la zona".

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