Subbética

Palenciana cierra las heridas de los "catastróficos" sucesos del 12 de junio de 1936

  • El historiador Arcángel Bedmar plasma en un libro la represión que sufrieron cientos de vecinos a raíz de una asamblea obrera para ir a la huelga

Presentación del libro de Arcángel Bedmar sobre Palenciana.

Presentación del libro de Arcángel Bedmar sobre Palenciana. / El Día

La localidad de Palenciana cierra las heridas de uno de los hechos más dolorosos de su historia reciente: los sucesos del 12 de junio del año 1936 en el Centro Obrero de la localidad, que acabron con dos muertes, tres heridos graves y más de medio centenar de vecinos detenidos y muchos otros huidos del pueblo. Coincidiendo con la celebración del Día de Palenciana, el historiador Arcángel Bedmar, cronista oficial de Lucena, ha presentado el libro Palenciana, 12 de junio de 1936, que condensa más de un año de estudio teniendo como base el consejo de guerra por estos hechos.

En resumen, aquella noche se celebraba una asamblea en el Centro Obrero anarquista cuyo asunto más destacado consistía en si se presentaba un oficio de huelga en caso de que la patronal no asumiera las bases de trabajo presentadas por el sindicato para la campaña de la siega de cereales. La asamblea, hasta ese momento pacífica, se vio interrumpida aproximadamente a las 23:30 por la llegada de la Guardia Civil.

Tres guardias civiles, al parecer bebidos y sin motivo aparente, comenzaron a cachear a las personas que se encontraban en la puerta e interrumpieron la asamblea, lo que dio lugar a un enfrentamiento verbal, que luego llegó a las manos, entre un guardia, que desenfundó su pistola, y un par de sindicalistas. Los otros dos agentes dispararon contra la puerta y al entrar encontraron a su compañero, Manuel Sances Jiménez, herido de muerte por el corte de una navaja barbera en el cuello.

Mientras, los que estaban dentro del local, despavoridos, ya habían huido por las tapias de los corrales, algunos heridos, o se habían refugiado en la parte alta del edificio. Los disparos de fusil de los guardias causaron un fallecido y tres heridos graves que fueron trasladados al Hospital de Agudos de Córdoba. Muchos de los obreros allí presentes acabaron fusilados o ajusticiados.

En un salón de actos abarrotado, la cita, presentada por el alcalde palencianero, Gonzalo Ariza (PSOE), sirvió para arrojar luz sobre un asunto tapado en el municipio. Así, Ariza aprovechó para "pedir perdón en nombre del Ayuntamiento y de forma ofical" por haber obviado esta historia, que tanto sufrimiento causó a muchas familias palencianeras. Ahora “se hace historia de una manera pedagógica, veraz y científica, pagando una deuda histórica con todas las familias afectadas”, subrayó.

La investigación no ha sido fácil. Y es que el Archivo Histórico de Palenciana no tiene prácticamente documentos de la época, pues fueron eliminados. Para subsanar este inconveniente, Bedmar abrió una entrada en su blog para que los familiares de las personas involucradas pudieran aportar información sobre sus allegados y ofreció una charla coloquio sobre este asunto el pasado mes de agosto.

La entrada creada en el blog supera, a día de hoy, las 3.000 visitas: “Esto nos puede hacer una idea del impacto de la historia. Su repercusión en redes sociales, en el propio blog y hasta en la petición del libro ha sido increíble. Era una historia que había que contar porque Palenciana no la ha olvidado y esta repercusión indica el impacto tan cruel que tuvo”, señaló el autor.

Palenciana cierra así una herida con un libro que marca su historia, como reconoce un familiar de El Fraile, un vecino de Palenciana que fue herido, absuelto como inocente y que finalmente, cuando fue trasladado a Palenciana, acabó fusilado. “Como familiar me siento digno de este libro. Es una pena enorme que su madre y su hermana ya no estén con nosotros, pero ahora sí se hace justicia y memoria”, destacó el familiar.

En la presentación tomaron la palabra familiares que dejaron muy claro que era un libro que honra la verdad y marca, con todo lujo de detalles, las consecuencias de este suceso y lo que sufrió la población. “No es una venganza, no se pide absolutamente nada, solo que Palenciana conozca su historia y de una vez por todas pongamos todos los puntos sobre las íes en este asunto”, señaló un nieto de los fusilados que nunca pudo conocer a su abuelo.

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