Regreso al inicio del actual ciclo corporativo en Lucena. En los próximos días -o incluso horas- PSOE e Izquierda Unida reeditarán el pacto presupuestario trabado a finales del 2019 y que permitió validar las cuentas municipales del 2020. Un año después, el equipo de gobierno encontró el respaldo de Partido Popular y Ciudadanos al ratificar el guion económico que actualmente rige en el Ayuntamiento.

IU ha expuesto públicamente un listado de 20 enmiendas al último borrador facilitado por el gobierno municipal socialista y el portavoz de Izquierda Unida, Miguel Villa, reconoce que “estamos muy cerca de alcanzar un acuerdo”. En esta nueva fase política, se marginan “las líneas rojas” y, por ejemplo, desde Izquierda Unida, en contra de lo exigido al término de 2020, no plantean como condición indispensable un compromiso de exclusividad garantizado por el PSOE. El voto del único concejal de IU resulta suficiente, junto al grupo municipal socialista, para obtener una mayoría inamovible.

A menos de una semana del Pleno que el próximo martes debatirá y aprobará -excepto que tercie un imprevisto nada probable- los presupuestos de la administración local para 2022, Villa se manifiesta explícitamente “optimista” sobre el pacto. Actualmente, ambas fuerzas políticas “purgan las últimas dificultades” y las premisas y las voluntades transmitidas “nos conducen a pensar que llegaremos a un acuerdo”.

Las dos decenas de proposiciones plasmadas por Izquierda Unida quedan divididas en cuatro apartados: ideas políticas y organizativas, inversiones, incrementos de ingresos y reestructuración de reglamentos, ordenanzas y registros.

La mayoría de las peticiones -y se corresponde con las propuestas principales- halla su origen en varios años atrás y han ocupado un lugar preponderante en las reivindicaciones reiteradas de Izquierda Unida.

Este grupo municipal insiste en la disolución de Suvilusa, en el primer trimestre de 2022. Si la absorción de esta empresa municipal y la integración del área de Vivienda en la delegación de Servicios Sociales soportan nuevas dilaciones, IU demanda, a partir de marzo, la equiparación laboral y salarial de los trabajadores con los empleados municipales. De manera paralela, plantea un Plan Municipal de Vivienda dotado, al principio, con 600.000 euros.

Obras en Quiebracarretas y las conducciones de Zambra

La terminación de la renovación del saneamiento desde la zona de Quiebracarreteras -a partir del primer semestre de 2022- y la reconstrucción de las conducciones de abastecimiento de agua desde el Manantial de Zambra -fijando la licitación de la ejecución en septiembre- constituyen otras dos prioridades.

Izquierda Unida desea extraer diferentes compromisos al equipo de gobierno, entre ellos, el establecimiento de un nuevo organigrama en el área de Informática; la instauración de un negociado de disciplina urbanística; la creación de un órgano de gestión interna de coordinación entre los servicios de Tributos y Urbanismo; y la conformación de una unidad de transparencia.

El documento proporcionado por Izquierda Unida también propugna elaborar un plan municipal sobre el cambio climático y la congelación de las inyecciones económicas a entidades, así como la paralización de nuevos convenios, hasta implantar el plan de subvenciones a asociaciones y colectivos. IU vuelve a reclamar el transporte público gratuito y la firma definitiva con la Universidad de Córdoba para encomendarle la investigación en la Cueva del Ángel.  

Finalmente, IU persevera en corregir la ordenanza reguladora de la prestación compensatoria y la validación de un nuevo acuerdo marco, un reglamento de carrera profesional y promoción interna; y revisiones de los reglamentos de actividad, teletrabajo, honores y distinciones; y del registro de los instrumentos de planeamiento.

El catálogo de propuestas se cierra con una cláusula novedosa que emplaza al alcalde a insertar, en cada pleno, un punto en el orden del día sobre el cumplimiento de los acuerdos adoptados.

En cualquier caso, sí ha precisado Villa que, para Izquierda Unida, “el carro de un acuerdo de izquierdas, con un gobierno más cercano a las políticas progresistas y sociales, se perdió a principio de la legislatura” y este consenso se encuadra en la pretensión de conseguir “democratizar y mejorar la gestión” del Ayuntamiento.