El PP rompe el consenso sobre El Cabril y se abstiene en la ampliación

El grupo del PP rompió ayer el consenso existente hasta el momento en el Parlamento de Andalucía al abstenerse en la votación de sendas proposiciones no de ley presentadas por IU y el PSOE en las que pidieron el cierre del almacén de residuos radiactivos de media y baja actividad de El Cabril, en Hornachuelos, y se opusieron a su ampliación. Aunque las dos iniciativas salieron adelante con los votos de los partidos del cogobierno de la Junta, los populares se abstuvieron. En el último debate sobre la misma materia, que tuvo lugar en junio de 2006, el PP sí votó a favor de un texto similar que instaba a la clausura del almacén nuclear.

El debate de ayer se produjo durante la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. El parlamentario por IU Manuel Baena recordó que fue en 1961 cuando entraron en la sierra Albarrana "de forma clandestina" los primeros residuos radiactivos, aunque hasta 1975 no se recibió la primera autorización oficial. En 1992, las instalaciones se inauguraron oficialmente y ahora se encuentran al 70% de su capacidad y se ha comenzado a construir la celda número 30, que albergará residuos de muy baja actividad.

Baena recordó que la "alarma social e institucional" volvió hace unos meses, a raíz de que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) desvelara su intención de duplicar la capacidad de almacenaje de El Cabril, con la construcción de otras 28 celdas. "Andalucía no tiene centrales nucleares, no tiene minería de uranio, no enriquece combustible para tal fin, pero sí le toca, como tierra de la periferia, almacenar todos los residuos generados en España", aseveró el parlamentario de la coalición de izquierdas.

La proposición no de ley de IU, que fue respaldada por el PSOE, manifestó su rechazo al plan de ampliación del cementerio nuclear y apostó por su "cierre y desmantelamiento progresivo". Además, instó al Consejo de Gobierno de la Junta a "emprender todas las acciones que sean necesarias" para impedir la ampliación y encomendó al Ejecutivo regional a requerir al Gobierno central que mantenga "partidas presupuestarias suficientes para garantizar la máxima eficacia en el tratamiento de los residuos" y promueva en la zona un plan energético alternativo basado en las renovables.

El posicionamiento del PSOE fue defendido por la parlamentaria Josefina Vioque. Para la socialista, el anuncio de la ampliación "ha provocado el rechazo de la mayoría de los ciudadanos y del Gobierno" de la Junta. Se trata de una medida "en contra de las decisiones que el Parlamento de Andalucía ha adoptado en diversas ocasiones, con el acuerdo unánime de todas las fuerzas políticas". La proposición no de ley, respaldada en su integridad por IU, se opone a "cualquier intento" por parte de Enresa de construir en Andalucía instalaciones para almacenar residuos nucleares.

El PP sólo votó a favor de instar al Gobierno central a mantener las ayudas a los municipios del área de influencia; el PSOE aceptó incluir en su texto no sólo las cuatro localidades del área de influencia de El Cabril -Hornachuelos y Fuente Obejuna y Alanís y Las Navas de la Concepción, en Sevilla-, sino también otras limítrofes como Palma del Río, Almodóvar del Río, Belmez o Peñarroya-Pueblonuevo.

La parlamentaria del PP Rosario Alarcón criticó los argumentos de "ciencia ficción" esgrimidos por IU, con "saltos del pasado al futuro, sabotajes, terremotos y acciones terroristas" y exigió a la coalición que "no siempre el pánico, ya que esta actitud puede condenar a los municipios a la soledad más absoluta". Alarcón justificó su abstención en la ausencia todavía de un informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) sobre la posible ampliación de El Cabril, una instalación que -recordó- mantiene 120 empleos directos y 200 indirectos. Al término de la comisión, Vioque dijo no entender el porqué de la abstención de los parlamentarios populares.