La PAC 2018 flexibiliza los requisitos aplicables a las superficies ecológicas
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El plazo dado a los agricultores y ganaderos para presentar las solicitudes de las ayudas comenzó ayer para concluir el próximo 30 de abril
Los pagos se realizarán desde el próximo 16 de octubre

La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural abrió ayer el plazo para la presentación de la Solicitud Única de la Política Agrícola Común (PAC) del año 2018. Los agricultores y ganaderos podrán realizar este trámite hasta el próximo 30 de abril y las modificaciones que sean necesarias en los expedientes hasta el día 31 de mayo, lo que permitirá que a partir del 16 de octubre se puedan iniciar los pagos de los casi 1.425 millones de euros que se abonarán en esta campaña en la región, correspondientes a los alrededor de 250.000 expedientes que se esperan. En la última campaña, según ya informó el consejero del ramo, Rodrigo Sánchez Haro, los agricultores cordobeses recibieron más de 245 millones.
Entre las novedades de 2018 figura la flexibilización de las condiciones para el cobro del pago para prácticas agrícolas beneficiosas para el clima y el medio ambiente, tanto en la diversificación de cultivos como en relación con las superficies de interés ecológico. En concreto, en relación a estas últimas, se mejora el tratamiento de las superficies de leguminosas, y se aumenta el número de categorías de superficies de interés ecológico, que pueden ser utilizadas por el agricultor con los barbechos melíferos (es decir aquellos barbechos con alta presencia de especies melíferas) y superficies de eulalias (Miscanthus) y silfo (Silphium perfoliatum).
También, entre las novedades introducidas en la PAC de 2018, claramente favorables para los productores, cabe destacar que, para incentivar la participación en las ayudas desacopladas de los jóvenes agricultores, se duplica el valor de la ayuda complementaria hasta el 50% (hasta ahora era el 25%) del valor medio de los derechos de pago básico. Esta subvención podrá percibirse durante cinco años consecutivos, desde la primera solicitud de pago para esta ayuda complementaria (aunque ésta fuera anterior a 2018), en lugar de como venía siendo hasta ahora, desde la primera instalación del joven agricultor. Por otra parte se flexibilizan los criterios para determinar una superficie como pasto, ampliando el espectro de los pastos elegibles a todos aquellos pastos arbolados y arbustivos que realmente puedan pastarse, aunque el forraje de carácter herbáceo no sea mayoritario en esas superficies.
La Consejería ha introducido en su norma reguladora medidas de simplificación como, por ejemplo, eximir de la obligación de declaración gráfica a los titulares de explotaciones que se encuentran en regímenes de uso de tierras en común. El consejero destacó que a partir de ahora exista una nueva definición de pastos permanentes que incluye aquellas superficies donde predomine el matorral o el arbolado siempre que se garantice que estos elementos naturales sirven de alimento para el ganado. "La normativa andaluza que regula el mantenimiento del Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas (Sigpac) contemplará esta novedad para permitir así que los agricultores y ganaderos andaluces incrementen la superficie admisible de sus pastos", apuntó Sánchez Haro, quien explicado que para ello será necesario aportar un informe que acredite la función alimenticia de ese material vegetal para el ganado.
Segunda orden de ayudas a las agroindustrias
El delegado de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Francisco Zurera, informó ayer sobre las bases reguladoras de la segunda convocatoria de ayudas dirigidas a las agroindustrias de la comunidad autónoma, que sumará otros 68,6 millones de euros a los 108,1 ya puestos a disposición del sector en 2017 para respaldar inversiones en transformación, comercialización y desarrollo de productos. Zurera informó de que la orden de bases, publicada el martes 30 de enero, regula las ayudas previstas en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020, en concreto "el apoyo a inversiones materiales o inmateriales en transformación, comercialización o desarrollo de nuevos productos agrícolas, tanto en el sector agroalimentario en general como a través de un presupuesto específico para el sector oleícola y aceituna de mesa". Los incentivos, que se enmarcan dentro del Programa de Desarrollo Rural (PDR) de Andalucía 2014-2020 y están cofinanciados por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (75%) y las administraciones autonómica y central (17,5 y 7,5%, respectivamente), se distribuyen en tres líneas diferenciadas, tal y como recordó Zurera. La primera, dirigida a pequeñas y medianas empresas (pymes) agroalimentarias, contará con una dotación de 32,5 millones de euros y la segunda, que abarca a grandes empresas del sector, con otros 15,1 millones de euros, mientras que la asignación de la última, orientada de manera específica al sector del olivar, se eleva hasta los 21 millones de euros.
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