Alto Guadiato

Obejo vuelve a bailar el 'patatú': así es la danza de las espadas que simula un degollamiento

  • Cientos de vecinos regresan a la ermita de San Benito tras dos años en blanco y lo sacan en procesión con el manto lleno de billetes

Un momento de la Danza de las Espadas en Obejo.

Un momento de la Danza de las Espadas en Obejo. / El Día

El municipio de Obejo ha vivido el domingo de los reencuentros con el esperado regreso de la romería de San Benito y la Danza de las Espadas, que los vecinos objeños han podido representar al fin después de dos años en blanco como consecuencia de la pandemia de covid-19. Así que, desde primera hora de la mañana, la pequeña localidad de Sierra Morena de alrededor de 2.000 habitantes ha vivido momentos muy especiales en los que han predominado el buen ambiente y los saludos emocionados. Una manera excepcional de estrenar la primavera.

La celebración ha arrancado a las 09:00 en la iglesia de San Antonio con la concentración de los danzantes, con el ceremonial del mayordomo saliente y el nombramiento e imposición de medalla al entrante. El recorrido, muy esperado pese a una hora tan temprana, ha concitado a numeroso público por las calles del pueblo en el recorrido hasta la cooperativa.

Como manda la tradición, los rituales se han sucedido uno tras otro. A las 10:30 ha tenido lugar la misa de hermandad, mientras que la misa de hermanos y romeros se ha celebrado a las 12:30. Como colofón, a las 13:30 se ha vivido el hermanamiento esperado después de dos años de pandemia, con el reparto de buñuelos y de vino entre todos los asistentes. Ha sido el momento feliz de recordar ediciones pasadas y de valorar cómo ha mejorado la situación en los últimos meses.

La Fiesta de las Espadas de Obejo, con origen en el siglo XIV, tiene lugar tres veces a lo largo del año. La primera de ellas coincide con el domingo más próximo al 17 de enero, día de San Antón, que este año no se celebró por culpa de la sexta ola del coronavirus. Es la festividad del titular de la parroquia y suele festejarse con una procesión en la que intervienen los danzantes de San Benito, cancelada este año, así como las migas populares y la sesión de juegos populares.

San Benito, con el manto lleno de billetes. San Benito, con el manto lleno de billetes.

San Benito, con el manto lleno de billetes. / El Día

La segunda ocasión del año para la Danza de las Espadas coincide con la romería en la ermita de San Benito, el domingo más próximo al 21 de marzo, en la jornada de hoy. Comienza en el pueblo con el traspaso de poderes al nuevo hermano mayor. Luego sigue en la ermita y sus alrededores, en un espléndido paraje en plena Sierra a la que cientos de vecinos han regresado. En este entorno se suceden algunas de las estampas religiosas más vistosas de toda Andalucía, tanto por la imagen del santo, el cual lleva colgado de su manto billetes donados por los devotos, como por la tradicional danza. La siguiente oportunidad para disfrutar de la Danza de las Espadas será el segundo sábado de julio, con motivo de la feria del municipio.

En cualquier fecha que se elija, el momento más esperado del baile es conocido como patatú, en el cual los danzantes simulan ahorcar al maestro de danza utilizando para ello sus espadas de hierro, dispuestas unas contra otras, quedando la cabeza del maestro apresada entre todas ellas.

Conocida como bachimachía o ballimachía, la danza la desarrolla un grupo de hombres, cuyo número varía según la ocasión. Ejecutan su baile vestidos con chaquetilla corta de paño marrón, camisa blanca, pantalón de color avellana, fajín rojo y botas, portando espadas de hierro forjado. Se mueven al ritmo de los acordeones, guitarras, laúdes y panderetas, un baile ancestral que culmina con la simulación del ahorcamiento o "patatú", como lo noveló un periodista en el siglo XIX. La Junta ya ha iniciado el procedimiento para declarar la danza Bien de Interés Cultural (BIC).

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