Los vecinos de Monturque podrán acompañar a sus difuntos en la propia localidad y evitarán desplazarse a otras localidades cercanas como Lucena, Cabra o Aguilar de la Frontera. Trece años después de la construcción del cementerio San José, en una superficie anexa, comienza a prestar servicio un tanatorio municipal.

En 2007, el Ayuntamiento levantó un edificio, contiguo al camposanto, concebido, desde un principio, como establecimiento de velatorio de los cadáveres. Desde entonces, estas instalaciones han permanecido cerradas y en desuso, con el consiguiente deterioro originado por el transcurrir de más de una década.

Superado un expediente administrativo “largo y bastante complejo”, ha señalado la alcaldesa Teresa Romero (PSOE), el Consistorio publicó, al inicio de 2019, la licitación correspondiente a la prestación de este servicio. La adjudicación, aprobada en diciembre –hace doce meses-, favoreció a la empresa García Secilla, radicada en el sur de Córdoba e implantada en Badolatosa, Carcabuey, Baena y Almedinilla.

El Ayuntamiento cede este espacio de titularidad municipal y la concesionaria, que abonará un canon anual, ha acometido la reforma integral y la ampliación de unas dependencias construidas sobre 300 metros cuadrados.

El nuevo tanatorio, con acceso directo a la calle Fuente Nueva, diferencia dos salas individuales, una de ellas de mayor tamaño, y posee oficina y salones para la actividad propia de la prestataria.

Mari Carmen García Secilla, miembro de García Secilla, ha apuntado, durante la inauguración, que “es un día trascendental” y se congratula de ofrecer “un servicio integral” a los habitantes de Monturque y también a los residentes en Moriles, Huertas Bajas y Las Navas del Selpillar.

Empresas y operarios de Monturque han ejecutado los trabajos de adecuación y modernización del completo que presenta una extensa zona diáfana reservada a aparcamientos.

El párroco Francisco Hidalgo Rivas, ha bendecido el tanatorio, en un sencillo y sobrio acto. Hasta el sábado se celebran unas jornadas de puertas abiertas.

El contrato suscrito entre el Ayuntamiento y García Secilla estipula un plazo de vigencia de 25 años más otros cinco de prórroga.

La regidora socialista manifestaba su satisfacción por  “empezar a prestar un servicio tan importante y, por desgracia, tan básico” y ha elogiado el logro de convertirlo “en lo más completo posible” con “las máximas garantías y comodidad” que brinda “en los difíciles momentos de perder a un ser querido”.