Alto Guadalquivir

Montoro celebra la tradicional romería de Veleras

  • Los vecinos de la localidad del Alto Guadalquivir rinden tributo a la Virgen de la Fuensanta

Un momento de la romería.

Un momento de la romería. / Tomás Coronado

Último domingo de abril es sinónimo de Domingo de Veleras para un montoreño. Por qué así es como se denomina a la romería en honor de Nuestra Señora de la Fuensanta, copatrona de Montoro, que se ha celebrado en su ermita enclavada en el valle del Corcomé a ocho kilómetros de la ciudad. Los romeros, que el año pasado sufrieron un sol de justicia, este han tenido la incertidumbre de la posibilidad de lluvia y temperaturas algo bajas, pero todo ha transcurrido con normalidad.

En la explanada contigua a la ermita, y junto al arroyo Corcomé, los romeros, que no solo vienen de la ciudad de Montoro, sino también de diferentes localidades de la comarca del Alto Guadalquivir, han disfrutado de un día de campo que ha girado en torno a esta devoción mariana.

No obstante, la Romería de las Veleras ha dado cominezo a primera hora de la mañana en la población montoreña con la salida de la cofradía, autoridades y la banda de música hacia el Valle del Corcomé. La parada en Rosines, a mitad de camino, es de obligado cumplimiento para reponer fuerzas y realizar algún canto a la Virgen.

Al mediodía es la hora de llegada de la comitiva al santuario donde ya esperaba la imagen de San José, que coge la mano del Niño Jesús y que es portada por romeras montoreñas para realizar la procesión y posterior misa romera en el interior de su templo.

La Virgen, a su llegada al santuario. La Virgen, a su llegada al santuario.

La Virgen, a su llegada al santuario. / Tomás Coronado

La denominación de Romería de las Veleras, si nos acogemos al diccionario, hace referencia a las personas que hacen su peregrinación a un santuario, en este caso el de la Fuensanta, pero cambiado el género al femenino, ya que el cargo de hermana mayor es la figura humana más importante de esta romería montoreña. La tradición también dice que se debe a que la noche del sábado se celebraba un vía crucis por la ermita a la caída del sol y los devotos acompañaban el recorrido portando velas.

La ruta gastronómica que se puede disfrutar durante este día de convivencia también es importante, pues, aunque todo se lleva elaborado de casa, las albóndigas fritas, la tortilla en todas sus modalidades y los boquerones en vinagre, por poner unos ejemplos, suponen gran variedad de sabores, texturas y tamaños que pueden ser degustados a cada cual más rico.

También durante el camino hacia el santuario las paradas en la carretera, en especial en el paraje denominado Rosines, de los grupos de amigos y familias ofreciendo sus viandas al resto de peregrinos, es otra característica de esta romería.

El dispositivo de seguridad ha estado compuesto por efectivos de la Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil, además de un puesto de la Cruz Roja ubicado en las antiguas escuelas, que no registró incidentes dignos de mención. Además ha estado acondicionado un lugar para que el helicóptero del 112 pudiese aterrizar en caso de emergencia.

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