Montilla acoge por vez primera el Campeonato Andaluz de Ornitología en su undécima edición, pero su tradición en la materia se remonta cuatro décadas atrás por el empuje del organizador, Paco Cabello, que busca la perpetuidad del concurso a nivel andaluz.

En esta edición hay 3.200 ejemplares de aves en una exposición donde se va a poder ver pájaros de todos los colores y formas que concursan entre sí en tres categorías; pluma, color y postura, mientras en una semana se celebra el de canto con canarios Malinois, originales de Bélgica, cuyos habitantes llegan a la Campiña a adquirirlos por el buen hacer y arte con que se crían en Córdoba. Un concurso normal de estas características suele tener unos 500 ejemplares menos de los que hay en Montilla, y los más locales apenas sobrepasan el medio millar.

Entre las razas que están expuestas hay rizados de París, cuyo plumaje se asemeja a un abrigo; arlequines portugueses de color rosado y blanco, la última raza en incorporarse a los concursos; el pajarito español de apenas diez centímetros; los breasted ingleses o hasta lizards, denominados así porque sus plumas asemejan escamas de lagarto.

Un ejemplar del certamen.

Según ha explicado Cabello a Efe, este sábado ha sido el “día grande” del Concurso-Feria-Exposición, que se celebra en las naves que dejó la empresa de frío industrial Ciatesa antes de sacar sus instalaciones del pueblo a las afueras. Actualmente es una instalación donde se combina vino de Montilla-Moriles con el arte hasta formar Envidarte, con una amplio espacio de instalaciones y aparcamientos que lo convierten en el ideal para ser sede permanente.

Y cuando hoy entreguen los premios, habrán pasado por la muestra unas 6.000 personas, que no sólo habrán disfrutado de su afición favorita, sino que habrán adquirido lo necesario para seguir practicándola. “Este año tenemos 365 gamas de color diferentes”, señala orgulloso Cabello. En su haber hay que decir que en el mundo de la ornitología no es un cualquiera ya que es juez internacional desde hace 40 años y, de hecho, siempre que hay un concurso fuera de España le llaman.

Ha estado en Bélgica, Holanda, Portugal, Marruecos y tres veces en España en ese papel. Es el único que ha escrito un libro sobre el canario Malinois bajo el título de Apuntes para el conocimiento del Malinois, y ha tenido que ser en castellano “porque en Bélgica ni los flamencos ni los francoparlantes lo han hecho”.