Un día histórico para Puente Genil. Ese es el gran titular que resume los sentimientos, las sensaciones y las emociones que miles de pontanenses y visitantes han vivido en la tarde-noche de este sábado 22 de octubre disfrutando de la Magna Magna Memorare Mediatrix Mater-A Cristo por María, un cortejo procesional de carácter extraordinario organizado por la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas, en el que participaron algunas de las cofradías con más solera de la localidad y que requirió de un más que notable esfuerzo organizativo.

No en vano, muchas de ellas trasladaron a sus titulares en la noche del jueves, pero otras, como Veracruz, Amargura y Esperanza, tuvieron que hacerlo minutos antes del inicio del desfile, habida cuenta de las dificultades técnicas para ello.

Desde por la mañana, el entorno de la parroquia de San José fue un auténtico hervidero de personas, que no quisieron perderse ningún detalle de la presencia de las imágenes marianas procedentes de otros templos y casas de hermandad, una excelente muestra del variado, valioso y rico legado patrimonial que atesora la villa pontanesa.

De todos los traslados, el más significativo fue, sin lugar a dudas, el de Nuestro Padre Jesús Nazareno, patrón de Puente Genil, que la tarde-noche anterior caminó por la zona centro acompañado por la Purísima Concepción. Comenzaron así un periplo muy especial que continuará las próximas dos semanas por diferentes zonas del municipio en el marco de los actos de celebración del 400 aniversario de su llegada a La Puente de Don Gonzalo.

La presencia de El Terrible en San José despertó una enorme expectación, acentuada durante toda la mañana y muy especialmente a primera hora de la tarde, cuando el público esperó masivamente la llegada de la cruz de guía y la apertura del portón de la parroquia. Alrededor de 7.500 personas han asistido a la Magna, según los cálculos de la Policía Local. En el palco de autoridades, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández; el alcalde, Esteban Morales (PSOE); el delegado del Gobierno de la Junta, Adolfo Molina, y distintos representantes de la sociedad pontanesa seguían el paso del cortejo con atención.

Ya puntual, en torno a las 18:00, la imponente figura de Nuestro Padre Jesús Nazareno se dejaba entrever haciendo su salida por la plaza de España hacia la Matallana, enfilando una carrera oficial completamente engalanada y repleta de público para la ocasión. Pocos minutos antes, y unos metros más adelante, en la avenida Susana Benítez, la Purísima Concepción, patrona de la Villa, también salía de la iglesia de los Desamparados, situándose frente a la misma para presidir la procesión, todo ello ante la atenta mirada de las autoridades civiles y eclesiásticas que poblaban el nutrido palco.

De esta forma, de manera puntual y serena, y con el acompañamiento musical de las marchas procesionales de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen de Salteras (Sevilla), se fue sucediendo la salida y avance de los pasos por la carrera oficial.

A Nuestro Padre Jesús Nazareno le siguieron Nuestra Señora de la Guía, Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Nuestra Señora de las Angustias, María Santísima de la Soledad, Nuestra Señora de las Lágrimas, Nuestra Madre y Señora del Consuelo, María Santísima de la Estrella, Nuestra Señora de la Veracruz, Nuestra Señora del Amor, María Santísima de la Esperanza, Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos, María Santísima Reina de los Mártires, María Santísima de la Alegría, María Santísima de los Dolores, María Santísima de la Victoria y Nuestra Señora de la Amargura.

A la llegada de todas ellas a la zona del palco, las magníficas voces de los integrantes de la Schola Cantorum Santa Cecilia se hacían presentes con la estampa de la Purísima Concepción al fondo, siendo finalmente la patrona, quien se incorporó en último lugar para cerrar la santa procesión, saliendo de la carrera oficial del Paseo del Romeral poco antes de las diez de la noche.

Cabe destacar que el desfile extraordinario también ha contado con una representación de figuras bíblicas. Concretamente, la de Simón Cirineo (perteneciente a la corporación de los Mitigadores de Jesús), las de la Santa Religión y San Pedro y San Pablo (de la corporación de los Fundadores del Templo y Dones del Espíritu Santo) y la de la Fe (perteneciente a la corporación de las Virtudes Teologales).

Tras abandonar la carrera oficial, cada cofradía ha enfilado sus respectivos recorridos de regreso a sus templos o casas de hermandad, dando con ello pie a que los pontanenses mostraran su cariño y devoción a sus Imágenes más queridas, eligiendo aquellos lugares especiales y con más simbología para verlas de cerca, acompañándolas hasta sus respectivos encierros, en una estampa icónica que ofrecía la oportunidad de contemplar a más de una docena de cofradías repartidas al unísono por las calles y plazas de La Puente, para gozo y deleite de muchos.

En definitiva, una jornada verdaderamente histórica, probablemente irrepetible, y ausente de incidencias de consideración, en la que volvió a ponerse de manifiesto que el patrimonio cofrade de Puente Genil mantiene una idiosincrasia llena de matices, una diversidad que aúna fervor, emoción y religiosidad con sello propio que, desde luego, con eventos tan relevantes con la Magna Mariana, sigue siendo todo una referencia a nivel autonómico y nacional.