La exalcaldesa de Peñarroya-Pueblonuevo, Luisa Ruiz (PSOE), rompió ayer su silencio dos años después de su imputación en la operación Rocket, de la que aseguró que surgió por "meras conjeturas sin fundamento alguno". En una nota remitida a El Día, Ruiz recuerda todo el proceso y señala que fue la actual regidora, María Gil (PP), la que "decidía -en octubre de 2012- interponer una denuncia ante la Guardia Civil de Madrid en la que dirigía contra los anteriores responsables del Consistorio una serie de meras sospechas relacionadas con la localización de dos locomotoras del proyecto Tren Turístico del Alto Guadiato". A su juicio, "fue notorio que el proceso de promoción del tren turístico en Peñarroya nació y se desarrolló con la participación y control de los grupos políticos que integraron sucesivas corporaciones, celebrándose los oportunos Plenos, transitando los correspondientes controles técnicos, autorizaciones de fedatarios e interventores económicos, con las sucesivas aprobaciones de cuentas practicados ordinariamente, sin tacha o reserva de ninguna clase por parte de quienes formaron parte de los grupos municipales a lo largo de los ejercicios económicos".

Siempre según su relato, Ruiz asegura también que "como era de esperar hace muchos meses que terminó la investigación de la Unidad de Delitos Económicos de la Guardia Civil sin que se haya podido confirmar ninguna de las sospechas y conjeturas contenidas en la denuncia que se interpuso" e insiste en que "era fácil comprobar la inexistencia de cualquier irregularidad o mero error con finalidad ilícita". Además de considerar su detención de "injustificada", recordó también que en su domicilio "no se encontró nada" y añadió que "las conjeturas y suposiciones no tenían soporte indiciario alguno". A su juicio, "no se investigaba para encontrar la confirmación de un delito detectado, sino que se buscaba la prueba de cualquier delito investigando arbitrariamente hasta que se cubriera el objetivo".

Pasado este tiempo, Ruiz recuerda que las investigaciones de la Guardia Civil "se han desviado hacia una serie de líneas que no parecen guardar conexión alguna con los comentarios dispersos de la denuncia originaria" y señala que ahora la situación procesal ha paralizado "sin que se haya apreciado iniciativa procesal sustancia alguna".