“Mi historia del olivo". Es el título del pregón con el que Lorenzo León Moreno ha inaugurado en la noche de este viernes la XXI Feria del Olivo de Montoro, acto cuya apertura ha estado a cargo de José Hurtado, miembro del Club Recreativo Ilígora. Hurtado ha hecho un recorrido por la infancia y ha introducido el extenso currículum académico e investigador de León, quien más tarde se ha adentrado en los corazones de todos los asistentes al acto de manera impecable

El pregonero ha exaltado el origen de la Feria y ha destacado el trabajo en equipo, la ilusión y organización como factores imprescindibles para que una cita como esta se haya convertido en imprescindible para el sector oleícola.

León se ha sumergido en la historia del olivo y su impacto en los medios de comunicación, centrándose en la evolución de técnicas, producción de aceite de oliva y la industria de extracción, con una mención a su experiencia personal con el sector.

Ingeniero agrónomo de profesión, ha narrado la complementariedad que supusieron sus estudios superiores con la almazara del Patrimonio Comunal Olivarero, donde su padre y fundador de la Feria del Olivo de Montoro, Pedro León Mellado, fue un histórico. 

La última etapa de su pregón ha versado sobre su postdoctorado y la actualidad, un momento "especialmente difícil por la precariedad que afecta al futuro de nuestro país". También ha hecho alusión a los nuevos avances que están revolucionando el sector oleícola y se ha centrado en la mejora genética para la creación de nuevas variedades de aceituna.

Tampoco se ha olvidado del olivar tradicional, en concreto del de sierra, y ha hecho un llamamiento en el que ha subrayado los valores diferenciales del olivar más representativo: "Es sustento económico para todas las familias, un orgullo para todos los montoreños. No dejemos de apoyar este tipo de olivar".

León, por último, ha reivindicado el esfuerzo en I+D+i y ha llamado a las instituciones de todos los ámbitos para que hagan una apuesta por el sector del olivar; también se ha dirigido a los jóvenes, a quienes ha animado a adentrarse en el mundo de la investigación. Su mensaje ha sido contundente: "Sin ciencia, no hay futuro".